A QUIEN BENEFICIA EL CRIMEN, ESE ES EL AUTOR

El invitado a la Marcha Patriótica es ASIER ALTUNA EPELDE, quien llegó a Colombia en abril de 2012 para participar en el evento. Al igual que muchos de nuestros políticos de izquierda, no sólo es experto en terrorismo, sino que es fiel seguidor de todas las formas de lucha, usando la fachada de un partido político legal de izquierda

Asier Altuna

A quien beneficia el crimen, ese es el autor

Asier Altuna vino a Colombia –de eso tengo la íntima convicción- para puntualizar los últimos detalles del atentado contra Fernando Londoño. Seguramente su consejo a las FARC fue que mejor que un secuestro era un asesinato con bomba

Ricardo Puentes Melo

Por Ricardo Puentes Melo

Junio 03 de 2012

Pasa el tiempo, y las investigaciones sobre los autores del atentado al periodista y ex ministro Fernando Londoño, no avanzan mucho.

Pocos días antes del atentado, el Dr. Londoño estaba muy consciente de que las FARC buscaban secuestrarlo, y él estaba dispuesto a morir antes de caer en manos de este salvaje grupo terrorista. ¿Por qué? Su argumento era contundente: Porque las atrocidades que cometerían con él serían mucho peores que la muerte.

Sin embargo, las FARC decidieron cambiar sus planes y, mejor que secuestrarlo, se empeñaron en borrar de la faz de la tierra a la voz crítica de este gobierno con más autoridad. Una poderosa bomba lapa fue colocada en el auto donde viajaba Londoño con dos de sus escoltas, y detonada con espoleta, lo cual le brindó al terrorista los valiosos cinco segundos para escapar antes de que el dispositivo explotara.

Juan Manuel Santos salió a decir que las FARC no habían sido las autoras del macabro atentado. Y Chávez le hizo eco desde Caracas añadiendo más infamia: Que Álvaro Uribe y el mismísimo Fernando Londoño habían planeado y ejecutado esta atrocidad.

Pero todos sabíamos la verdad. Hasta el Fiscal Montealegre no tuvo otra alternativa que reconocerla.

A mí me siguen quedando muchas preguntas sin responder. Entre ellas, me atormenta la pasmosa tranquilidad de quien colocó la bomba. Es evidente que conocía muy bien el terreno y que estaba familiarizado con el entorno. Caminó con toda la tranquilidad de quien sabe que el semáforo no cambiará hasta que el haya cometido el delito. Es más, él semáforo se puso en rojo precisamente al mismo tiempo que llega el auto de Londoño. ¿Extraño, verdad..?  No tanto, si sabemos que los semáforos están a cargo de la Empresa de Teléfonos de Bogotá, un fortín de la guerrilla del M-19. Recordemos que allá se vincularon docenas de antiguos guerrilleros del M-19 luego de que se “desmovilizaron”; allí trabajó el peligroso René Guarín Cortés, el terrorista secuestrador que ayudó a montar todo el fraude de los desaparecidos del Palacio de Justicia, algo contra lo cual ha luchado Fernando Londoño.

Nadie habla de lo peligroso que es darles acceso a nuestros teléfonos a secuestradores redomados. Y nadie habla de que el también secuestrador, Gustavo Petro, dirige los destinos de Bogotá y, evidentemente, también los destinos y todo lo que sucede en la Empresa de Teléfonos de Bogotá, que controla los semáforos de Bogotá.

Otra cosa: Juan Pablo Morris, hermano de Hollman Morris, evidente profariano que figura en los PCs de Raúl Reyes, experto en intrigas y maquinaciones contra el ejército, forma parte de la Junta Directiva de la Empresa de Teléfonos de Bogotá, que tiene a su cargo los semáforos de Bogotá.

Todos sabemos de la vieja amistad que une al M-19 con las FARC; tanto que ésta última es el origen del “eme”, junto al narcotraficante Pablo Escobar, quien financió muchas de las incursiones terroristas de estos bandidos.

Y agreguemos otro aditamento a este contubernio: ETA y Chávez.

La banda terrorista española ETA, también es vieja aliada del M-19 y de las FARC. Y todos, mejores amigos del tirano

Piedad y Gloria Cuartas en la Marcha Patriótica

Chávez, financiador –junto con Castro, en otra época- del terrorismo que azota a Colombia. La bomba lapa, y el método de colocarla, tienen la firma de ETA.

Una mujer que acompañaba a Everth Bustamante a una reunión para discutir varios temas, dijo –restándole importancia al tema- que esa bomba contra Fernando Londoño había sido muy artesanal, “una bombita de bajo poder colocada en una ollita, y ya”. Bustamante, experto en estas lides, asintió con la cabeza y aplaudió la experticia de su acompañante.

Pero es ya evidente que esto no fue “una bombita de bajo poder colocada en una ollita”. Fue una poderosa tecnología que el país aún no había conocido, pero que en España ya tiene la trayectoria etarra. ¿Cómo entró al país..?

Pues en la Marcha Patriótica organizada por Piedad Córdoba, Iván Cepeda y todo el equipo de amigos de las FARC. De eso no tengo la menor duda.

La Marcha Patriótica fue planeada con filigrana por Alfonso Cano, hasta en los tiempos en que se llevaría a cabo y, según los correos electrónicos interceptados, contaría –como en efecto sucedió- con el apoyo de diversos sectores del país. Incluso el gobierno nacional le brindó irrestricto respaldo a la marcha fariana.

Pues a esta marcha invitaron a uno de los más peligrosos terroristas de la ETA. Un explosivista que había estado además en el Foro de Sao Paulo reunido en Nicaragua en el 2011. Para quienes no lo sepan, el Foro de Sao Paulo es la estrategia comunista frente a la caída del muro de Berlín, que persigue salvajemente la implantación del neo comunismo en toda nuestra América Latina.

Asier Altuna, el sanguinario terrorista de la ETA, invitado de honor a la “Marcha Patriótica” organizada por Piedad Córdoba, Iván Cepeda, y el resto de integrantes de “Colombianos y colombianas por la paz”

El invitado a la Marcha Patriótica es ASIER ALTUNA EPELDE, quien llegó a Colombia en abril de 2012, para participar en el evento. Altuna, al igual que muchos de nuestros políticos de izquierda, no sólo es experto en terrorismo, sino que es fiel seguidor de todas las formas de lucha; usando la fachada de un partido político legal de izquierda, se ha movido a sus anchas y en plena libertad para planear y ejecutar feroces atentados en España. Y ahora lo tenemos aquí, justo antes del intento de asesinato de Fernando Londoño y de la masacre cometida contra otros inocentes.

Mariano Rajoy no tuvo pelos en la lengua para decir de Altuna que “Batasuna (el brazo “político de ETA) no sólo es el

Facsimil de la nota de prensa sobre la detención de Altuna

apoyo político de ETA, sino que tiene militantes y cargos electos que asesinan..”

Asier Altuna vino a Colombia –de eso tengo la íntima convicción- para puntualizar los últimos detalles del atentado contra Fernando Londoño. Seguramente su consejo a las FARC fue que mejor que un secuestro era un asesinato con bomba. Como experto y desalmado extremista, Altuna sabe muy bien que combinar estos dos métodos de ataque terrorista sería contundente para lograr la publicidad necesaria por parte de los medios, y que esto trae consigo un gran prestigio entre otros grupos terroristas internacionales, y gobiernos simpatizantes.

Altuna también sabe que el terrorismo deja buenos réditos porque sus más sanguinarios políticos paradójicamente ganan espacios a mediano plazo como observadores de “procesos de paz”, beligerantes o invitados especiales alrededor del mundo. El mejor ejemplo de esto es él mismo, invitado por los organizadores de la “Marcha patriótica”.

También continúo con mi convicción íntima de que aquí participaron altos funcionarios del gobierno. Al igual que altos funcionarios del gobierno Samper participaron en el asesinato de Álvaro Gómez Hurtado.

Porque la cuestión que hay que analizar es: “A quien beneficia el crimen, ese es su autor” (Cui prodest scelus, is fecilt)

Banderas que ondearon en la Marcha Patriótica

El crimen le hubiera favorecido a las FARC, a la izquierda extremista; pero sobre todo le hubiera servido al gobierno. Fernando Londoño lideró las voces de protesta contra las iniciativas bandera del gobierno de Santos, respecto a la Ley de Tierras, la Ley de Víctimas, el marco Jurídico para la Paz y las pretensiones de Santos para indultar a los terroristas de las narcoguerrillas.

Si Fernando Londoño hubiera muerto en el atentado, Santos habría salido a convocar una gran cruzada nacional por la paz y la unidad. Y pocos se hubieran resistido. La muerte de Londoño habría sido contundentemente desmoralizadora para quienes admiramos su lucidez mental y su claridad de conceptos. Santos, ya sin el indiscutible liderazgo de Fernando Londoño en la oposición, tendría el camino llano para concretar su viejo sueño de darles impunidad a sus compañeros de lucha ideológica.

Sin embargo, el mensaje quedó clarísimo. Conociendo la mentalidad terrorista no tengo duda alguna de que el intento de asesinato contra Fernando Londoño se repetirá. Y será seguido por una oleada de asesinatos de cualesquier voces que se opongan a las pretensiones del gobierno de entregarle este país al terrorismo. Ya lo intentaron con Álvaro Uribe en Argentina.

No por nada el terrorista vasco Asier Altuna sigue en Colombia.

¿De vacaciones…? Lo dudo mucho.

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