CARTA DE PLAZAS VEGA AL FISCAL MONTEALEGRE

Contundente carta del Coronel Alfonso Plazas Vega al Fiscal General Eduardo Montealegre, a raíz de las recientes declaraciones del Fiscal respecto a que el coronel debería acogerse a un indulto debido a sus supuestos crímenes de “lesa humanidad”

Coronel Alfonso Plazas Vega

Carta del Coronel Alfonso Plazas Vega al Fiscal Montealegre

 

Una de las Marchas organizadas en Bogotá para exigir la liberación de Plazas Vega (Foto Periodismo Sin Fronteras)
Una de las Marchas organizadas en Bogotá para exigir la liberación de Plazas Vega (Foto Periodismo Sin Fronteras)

Contundente carta del Coronel Alfonso Plazas Vega al Fiscal General Eduardo Montealegre, a raíz de las recientes declaraciones del Fiscal respecto a que el coronel debería acogerse a un indulto debido a sus supuestos crímenes de “lesa humanidad”.

La carta es la siguiente;

Doctor

EDUARDO MONTEALEGRE LYNETT

FISCAL GENERAL DE LA NACIÓN

  1. S. D.

REF.: Su opinión sobre la justicia transicional y el suscrito coronel Plazas Vega – Caracol radio 16 de septiembre de 2015

Respetado Fiscal General:

Con la debida consideración por la dignidad que usted ostenta, en mi condición de procesado dentro de uno de los radicados que se adelanta por los hechos del Palacio de Justicia, me permito expresar algunas apreciaciones  puntuales en relación con las manifestaciones realizadas por usted en el programa de caracol radio que dirige el periodista Darío Arismendi, el pasado 16 de septiembre.

Lo anterior en los siguientes términos:

1.-     En su entrevista, al ser preguntado por uno de los periodistas:

 “¿Desde su punto de vista los militares deben entrar a la Justicia Transicional, el Coronel Plazas Vega por ejemplo, debería ser beneficiado por este tipo de procesos?

Obviamente la pregunta es de buena fe, y al periodista al igual que a un buen número de colombianos se le nota el interés por que cese la infamia contra Plazas Vega. La respuesta del señor Fiscal fue:

“Sí Álvaro, si nosotros queremos…y solamente vamos a construir una paz, si todos los actores del conflicto entran en el marco de la justicia transicional…todos los actores del conflicto  pueden entrar en justicia transicional, lo que implica que los militares pueden entrar en justicia transicional…”

Y más adelante adiciona:

“…eso que significa, que así un militar haya sido acusado de Delitos de Lesa Humanidad o de Crímenes de Guerra, si tienen relación con el conflicto, pueden entrar en justicia transicional…pueden entrar en justicia transicional casos de desaparición forzada…”

2.- Es lo primero, recordarle que tanto el suscrito, como su defensa técnica, por lo menos en cinco (5) oportunidades, le hemos explicado a las autoridades judiciales y al país en general, mediante sendos comunicados, nuestro rechazo ante la más mínima posibilidad de que mi caso se defina desde cualquier mecanismo que comporte un reconocimiento, señalamiento o insinuación, expresa o tácita, de ser autor o partícipe del delito por el que injustamente se me ha procesado, incluyendo la Justicia Transicional que es un camino político, por el que no estoy dispuesto a transitar, porque soy inocente y mi inocencia debe reconocerse judicial y no políticamente.

Así lo he manifestado con anterioridad ante la afirmación hecha por el señor Luciano Marín Arango, más conocido en el mundo del crimen como Iván Márquez, en entrevista a un periodista español, publicada en El Tiempo en noviembre del 2013; lo he manifestado, ante las expresiones en el 2014 ante un noticiero de televisión, por usted mismo en su calidad de Fiscal General, doctor Montealegre, para citar apenas dos de los cinco casos.

Yo no he cometido delitos de Lesa Humanidad, ni mucho menos Crímenes de Guerra, ni mi actuación profesional ha sido parte de un conflicto, sino de la lucha legítima del Estado contra el narcotráfico y el terrorismo, en la cual yo como soldado de la patria, he sido uno de los representantes de la legitimidad, frente a la violencia del crimen organizado. Y no conozco norma alguna que permita que los narcotraficantes o los terroristas puedan ser calificados como sujetos del derecho internacional de los DDHH, para que se presuma que sus desmanes hacen parte de un conflicto o de una guerra. De modo que reiterándole mi respeto a su investidura le manifiesto que considero que está usted equivocado señor Fiscal General.

Por otra parte, considero que está usted en libertad, si cree que la Constitución y la Ley se lo permiten, de ofrecer a las FARC mecanismos de justicia transicional en materia de delitos de lesa humanidad. No obstante, debo rechazar de forma respetuosa pero enérgica situarme en el mismo nivel argumentativo como actor del conflicto, para sostener sus posturas. Esto, porque lo que está de por medio, señor Fiscal, no son sus argumentos o intereses políticos, sino la posibilidad de evitar que una injusticia grave y dañina cometida respecto de un ciudadano inocente y su familia, se perpetúe.

3.-   Desafortunadamente, en un ejercicio irresponsable, ilegal, inhumano e indolente del poder punitivo del Estado, Fiscales y Jueces han decidido privarme de la libertad a través de una medida de aseguramiento impuesta contra toda evidencia, que se ha sostenido por fuerza de inercia y cuyo principal objetivo es afligirme e intentar disminuirme en mi capacidad de defensa, la cual aún hoy y a pesar de toda adversidad, resulta haberse fortalecido.

No obstante tal situación, en mi contra no existe sentencia condenatoria ejecutoriada toda vez que respecto a la decisión de segunda instancia, tanto el Ministerio Público como mi defensor interpusieron recurso extraordinario de casación el cual fue admitido mediante auto de 23 de agosto de 2012 por la Honorable Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia. Así las cosas, SOY INOCENTE y como tal debo comportarme y usted DEBE TRATARME.

4.-     Actualmente, cuando el honor es una virtud cada vez más escasa, resulta difícil comprender que un ciudadano rechace beneficios legales o políticos que le ASEGUREN un mejor tratamiento por parte del Estado y decida por el contrario atenerse al ALEA de una sentencia judicial, que en tanto proferida por seres humanos, está cuando menos, sujeta a la posibilidad de error.

Por lo anterior, mi decisión de RECHAZAR cualquier mecanismo procesal o político que implique la aceptación tácita o expresa de responsabilidad penal, por mínima que ésta sea, solo puede comprenderse desde el HONOR MILITAR y FAMILIAR, la FE en DIOS y la  TRANQUILIDAD DE CONCIENCIA.

Eso sí, debo lamentar lo peligrosas y poco ortodoxas que resultan sus opiniones en este sentido, cuando mi responsabilidad, se está discutiendo en la Honorable Corte Suprema de Justicia en un proceso dentro del cual usted y su Delegado para el efecto, son parte.

En estos términos mi aclaración.

Atentamente,

LUIS ALFONSO PLAZAS VEGA

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