CONTRA LA CORRUPCIÓN DE LA JUSTICIA

El comunismo ha logrado infiltrar los organismos judiciales utilizándolos dolosamente, manipulando políticamente los medios en contra de las Fuerzas Militares y de civiles opositores a esos desmanes

Mario Iguarán, disfrazado de mariachi, el día de su salida de la Fiscalía

CONTRA LA CORRUPCIÓN DE LA JUSTICIA

Si observamos que la Fiscalía compra testigos, cuando no los está fabricando, ante la mirada cómplice de jueces y magistrados que avalan esta atrocidad con penas infames a militares que no han hecho otra cosa que defender con sus vidas el régimen constitucional democrático de Colombia
Por Ricardo Puentes Melo
Enero 28 de 2011

 

El mafioso Ascencio Reyes (a la izquierda) junto al Fiscal Mario Iguarán. A la derecha, el Contralor Antonio Hernández Gamarra

El asunto es clarísimo. Para que la justicia sea honesta y recta, es sumamente esencial que las personas que se encargan de ejecutarla, también lo sean.

Y ese es, precisamente, el mal de que adolece Colombia. La gran falla no está en las instituciones judiciales, sino en la condición de los individuos que la integran.

No siempre fue así, y eso hay que decirlo, pero desde hace algunos años las altas Cortes y la Fiscalía parecen más una sucursal de la Cosa Nostra, que el templo inmaculado de la justicia que debería ser.

Magistrados recibiendo regalitos costosísimos de mafiosos italianos, yendo de paseo con mujerzuelas a parrandas vallenatas en sitios de propiedad de narcotraficantes y asesinos, dejando versos de eterna gratitud escritos bajo los efectos de quién sabe qué cosas, a altas horas de la madrugada, plasmados en servilletas adornadas por labiales de las mucharejas a sueldo, y dedicados a Salvatore Mancuso. Viajecitos pagados totalmente por la mafia, y en los cuales la mayoría de los magistrados se despojaban de sus togas para entregarse de lleno a los placeres de la carne y el licor. Magistrados aceptando invitaciones de criminales… Ni más ni menos.

El mafioso Giorgio Sale con su amigo el magistrado Escobar, en el Puente Aéreo de Bogotá

Por los lados de la Fiscalía las cosas no han sido mejores. Hemos tenido fiscales nombrados por las FARC, otros pagados con dineros de narcos… Una vergüenza nacional que a nadie parece interesarle porque, como los medios no publican la verdad, el populacho ingenuo cree que la cosa no es grave. Pero sí que lo es.

Para entender un poco más qué es lo que sucede en Colombia, es importante saber que el comunismo ha diseñado una guerra irregular y una “combinación de todas las formas de lucha”, como lo explica claramente y sin ambages el doctor Fernando Vargas Q., defensor de las víctimas de la guerrilla y experto en temas de seguridad nacional.

Nos dice el doctor Vargas que: “Es cierto que hay una acción criminal y terrorista de grupos subversivos fuertemente involucrados con el negocio de narcotráfico y usando el secuestro como instrumento de guerra y el asesinato de sus opositores políticos; también es cierto que su aparato legal se ha incrustado en todos los niveles del Estado..(…) realizando desde allí las guerras de propaganda y desprestigio en contra de las Fuerzas Militares (para ) ir haciendo de Colombia el país izquierdista que no han logrado imponer por medio de las balas”. (Un país sin Derechos. Pag 191)

Sigue explicando el doctor Fernando Vargas que dentro de esa combinación de todas las formas de lucha, el comunismo logra que esta “subversión legal” penetre el Estado para desde allí reordenar jurídicamente el sistema de tal manera que sea prácticamente imposible realizar la defensa de la Democracia. Dice el doctor Vargas que el comunismo ha logrado infiltrar los organismos judiciales utilizándolos dolosamente, manipulando políticamente los medios en contra de las Fuerzas Militares y de civiles opositores a esos desmanes.

Muy cierto todo esto. Si observamos que la Fiscalía compra testigos, cuando no los está fabricando, ante la mirada cómplice de jueces y magistrados que avalan esta atrocidad con penas infames a militares que no han hecho otra cosa que defender con sus vidas el régimen constitucional democrático de Colombia.

¿Por qué el comunismo está empeñado en destruir al ejército..? Sencillo: porque el ejército es el garante de las libertades individuales, es el garante de la Constitución. Como dice Lenin: “Sin ‘desorganización’ del ejército no se ha producido ni puede producirse ninguna gran revolución porque el ejército es el instrumento más fosilizado en que se apoya el viejo régimen..” (Ibidem, pag. 139)

Álvaro Uribe Vélez. Los enemigos de Colombia no le perdonan su amor por el país

Mediante esta infiltración comunista, funcionarios del régimen constitucional se encargan de atacarlo y deshonrarlo públicamente. El honor militar es fundamental para un soldado y los comunistas lo saben. Así que, cuando no pueden atacar judicialmente a las tropas, con montajes y falsos testigos, en confabulación con los grandes medios a quienes pagan millonadas por difundir las mentiras, lo hacen mermando los presupuestos y pidiendo la baja a oficiales de primera línea que luego vincularán a falsos positivos sin ninguna prueba.

Los comunistas, aliados de la guerrilla y el narcotráfico en una sola banda criminal con un propósito final, también atacan a los civiles que son contrarios a sus maquinaciones. ¿Cómo…? Mediante el asesinato selectivo o, como sucede ya en Colombia, mediante condenas inicuas sin más pruebas que versiones de criminales, asesinos y secuestradores que, con su solo testimonio, son capaces de poner tras las rejas a quienes resulten molestos a la tiranía de la justicia.

Tenemos los casos de Mario Uribe, Álvaro Araujo, Ciro Ramírez, Mauricio Pimiento y Jorge Noguera, entre varios más. Y también conocemos los casos de los generales Arias Cabrales, Jaime Uscátegui, Ramírez… Todos con violaciones al debido proceso y pruebas inexistentes. También tenemos el caso del general Rito Alejo del Río, detenido por testimonios sin pruebas del coronel Velásquez Romero, golpista hermano de la guerrillera del M-19, Adriana Velásquez Romero, amigo de guerrilleros a quienes autorizaba por escrito el porte de armas, armas con las cuales los bandidos asesinan a la población inerme; y también está el general Rito tras las rejas por el testimonio de Gloria Cuartas, a quien decenas de milicianos y guerrilleros han acusado con pruebas concretas, de ser miembro de las FARC y de conspirar con estos para cometer masacres y asesinatos selectivos.

Además están los casos como el del coronel Hernán Mejía Gutiérrez, condecorado como el mejor combatiente de América, condecorado con cinco medallas de orden público. Él asegura que su caso “es un falso positivo del exministro Juan Manuel Santos y el ex Fiscal Mario Iguarán contra mí y contra el ejército. El ex ministro Santos tiene miedo de que se sepa la verdad; el exviceministro Sergio Jaramillo tiene miedo de que se sepa la verdad. La ex directora de Derechos Humanos de la Fiscalía, Sandra Castro, fue la que organizó este montaje para entregarle falsos resultados a los Estados Unidos. El exministro Santos hizo campaña política con la sangre de los soldados con el honor soldados y con la libertad del coronel Mejía. La Fiscalía está de la mano con terroristas y con bandidos para hacer montajes contra el ejército y contra el coronel Mejía..” Muy claro es este valiente coronel.

Ya todos saben de la aberrante condena de treinta años contra el coronel Alfonso Plazas Vega, por los hechos del Palacio de Justicia, condena que se profirió basándose en el testimonio de un personaje que ni siquiera existe, un testigo que suplantó la identidad de otra persona, tomando su número de cédula pero equivocándose en el nombre; un falso testigo que suplantó a una persona que estaba recluida en un hospital viendo los hechos del palacio de Justicia a través de un televisor. Un falso testigo que jamás se presentó a declarar y cuyo testimonio fue tomado de manera irregular por la Fiscal Ángela María Buitrago en unas caballerizas, sin testigos del hecho, sin presencia del abogado defensor. Un falso testigo que llenó unas páginas con argumentos absurdos, con helicópteros que no existían para la época, con nombres de oficiales que no existen, con sucesos que jamás ocurrieron, con viajes desde Villavicencio en camiones y helicópteros que viajaban a la velocidad del sonido…. Y nadie dice nada.

Llenaríamos páginas y páginas de casos como estos. Pero no es nuestro propósito esta vez.

Lo que se pretende denunciar es que los colombianos de bien ya estamos cansados de la tiranía de jueces, magistrados y fiscales. Estamos cansados de las relaciones de magistrados con la mafia narcotraficante y con la subversión; cansados de las aberraciones jurídicas que cometen en contra de ciudadanos de bien en Colombia; estamos cansados de su complacencia frente a las farcpolítica; estamos cansados de que encierren en las cárceles a quienes se atrevan a cuestionar sus actuaciones y a quienes ataquen la narcoguerrilla.

Estamos cansados de que fallen no en Derecho sin políticamente.

Estamos cansados de que violen el derecho al Debido Proceso a los miembros del ejército. Estamos cansados de que persigan al expresidente Álvaro Uribe Vélez y a los miembros de su gobierno. La Corte Suprema de Justicia se convirtió en enemiga del ex presidente Álvaro Uribe Vélez, de sus funcionarios, del ejército nacional y de ciudadanos colombianos respetuosos de la ley y amantes de la patria

Por ello, un grupo de organizaciones y movimientos nacionales, congregados en Alianza Patriotas, convoca una protesta pacífica en contra de la tiranía de las Cortes. Concentración que se realizará a las 10 y media de la mañana el próximo 30 de enero en Bogotá, frente al Palacio de Justicia, en la Plaza de Bolívar. En Medellín, en la Alpujarra; en Cali y Cúcuta, frente a los centros administrativos; en Pereira, en la Plaza de Bolívar; en Cali, frente al CAM; en New York, frente al edificio de las Naciones Unidas; en Miami, frente a la Embajada de Colombia.

Los violentos de la izquierda ya han salido a alertar a sus vándalos para que ataquen esta protesta pacífica. La senadora del comunista Polo Democrático, Gloria Inés Ramírez, publicó en su portal un comunicado donde se califica a los participantes de la concentración, como militantes de “extrema derecha”, paramilitares que saldrán a protestar sin motosierras ni armas. Una acusación sumamente grave.

Por el regreso de la dignidad de la Justicia, allá estaremos.

Enero 28 de 2011

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