CRAZY, VENEZUELA

Venezuela está destruida moral y económicamente. Sus gentes tienen que vender su cuerpo al régimen de Chávez porque no les queda más opción

Crazy, Venezuela

Rafael Gómez Martínez
Rafael Gómez Martínez

Por Rafael Gómez Martínez

Abril 28 de 2013

Una cosa es la locura y otra la demencia. Del latín dementia, corresponde a un trastorno de la razón. Por ejemplo: el artista empezó a mostrar signos de demencia a temprana edad. Si nos atenemos a la definición, el régimen de Chávez presentó síntomas de demencia desde muy temprana edad.

Para la medicina y la psicología, la demencia es un deterioro progresivo e irreversible de las facultades mentales. El régimen de Chávez durante sus catorce años de demencia, presentó un deterioro progresivo e irreversible de sus facultades mentales. A tal extremo que, llegamos al pajarito de Maduro.

La locura, en cambio, es la privación del uso de la razón o del buen juicio. A tal punto que, con la posesión de Maduro y el rápido reconocimiento por parte de la señora canciller Holguín, quien al parecer ha perdido la razón, al igual que el gobierno del señor Santos y el señor fiscal Montealegre; se sobrepasó la línea entre la locura y la demencia.

El cantante norteamericano de color, Seal, tuvo una canción muy famosa hacia 1991: Crazy, en la cual sostenía que se debe estar muy loco para soportar y tolerar ciertas cosas: “And then you see things, the size of which you’ve never known before They’ll break it, and Someday you have to be crazy…”

Cuando se presentan toda clase de anomalías y de fraude electoral en todas las elecciones venezolanas. Cuando el país hermano se encuentra totalmente destruido y ad portas de una guerra civil. Cuando el régimen chavista sembró de odio a una sociedad que era pacifica por naturaleza propia. Cuando Diosdado Cabello manda callar a los diputados que no quieren reconocer a Maduro como presidente y muestra de la mierda con la cual están hechos, según sus propias palabras.

Nicolás Maduro, ahora sí se enloqueció
Nicolás Maduro, ahora sí se enloqueció

Venezuela está destruida moral y económicamente. Sus gentes tienen que vender su cuerpo al régimen de Chávez porque no les queda más opción. Van 7 muertos, 61 heridos y más de 150 personas detenidas desde que comenzaron las revueltas en Caracas por el fraude electoral.

¿Y la señora canciller Holguín, junto con Santos y Unasur, avalan todo eso?

Cuando las sociedades callan y guardan silencio, señora canciller Holguín, más temprano que tarde vivirán su propio infierno. En Bogotá, por ejemplo, Petro ya sobrepasó la línea entre la demencia y la locura. Ahora resulta que en Bogotá, al mejor estilo chavista, Petro no quiere darle gasolina a la Policía del Distrito. Preparémonos para lo que viene.

You have to be Crazy, Madame Holguín Bovary, para soportar y tolerar ese golpe de estado.

Puntilla. Mientras que en EE.UU. dan de baja en menos de dos días a dos terroristas musulmanes chechenos, en Colombia los llevan en jet privado a un ressort  a la Habana. De paso: ¿Quién estará pagando la cuentica del verano en La Habana? Y se radicaron las firmas para revocar a Petro…

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