CUBA, SANTUARIO TERRORISTA TODAVÍA HOY

Cuba, santuario terrorista todavía hoy

Después de la eclosión del bloque comunista se reconvirtió en el brazo político de la izquierda marxista en todo el continente a través del Foro de Sao Paulo

Por Ricardo Angoso

Enero 4 de 2014

Mientras crece la legitimidad  como actor internacional del régimen castrista, sobre todo a raíz del desarrollo de las negociaciones entre la organización terrorista Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el ejecutivo de Bogotá, conviene recordar que la isla-prisión de Cuba -“primer territorio libre de América Latina”, en palabras de Fidel Castro- sigue siendo el primer santuario terrorista del continente.

Por poner un ejemplo bien gráfico, en La Habana residían o residen todavía un centenar de etarras desde hace años, donde gozan de libertad de movimientos, ayudas económicas, viviendas facilitadas por el régimen castrista, buenas comunicaciones con la dirección de la banda en Francia y España y libertad de movimientos para coordinar sus acciones con otros grupos de etarras que operan en México, Nicaragua y Venezuela, principalmente.

Al parecer, el Gobierno español tan solo tiene datos fehacientes de unos cuarenta de estos etarras y del resto del colectivo, bien protegido por el servicio secreto cubano -Dirección General de Inteligencia-, los datos que se tienen son mucho más imprecisos. La relación entre el régimen cubano y ETA viene de lejos, incluso ya en los tiempos de Adolfo Suárez este asunto fue tratado en el curso de una visita del que fuera presidente de Gobierno de la transición a La Habana, allá por el año 1978.

En la actualidad, tras haber señales de que las autoridades de Madrid negocian con ETA su reinserción en la vida política -de facto ya realizada a través de la nueva marca denominada Sortu-, se calcula que el número de etarras podría haber disminuido considerablemente y que el colectivo apenas llegaría a la cincuentena, algo muy difícil de cuantificar ya que gozan de documentos y pasaportes que les permiten moverse libremente entre la capital cubana, Caracas y México.

Terroristas chilenos en La Habana. También en Cuba residen tres de los más sangrientos terroristas del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), Raúl Escobar, Marcela Mardones y Alexis Soto, buscados por la justicia chilena por el asesinato del senador Jaime Guzmán, en 1991, y reclamados personalmente por el presidente chileno, Sebastián Piñera, al sátrapa cubano Raúl Castro. Evidentemente, nadie los ha extraditado y los asesinos siguen gozando de la impunidad y el asilo cubano.

Guzmán fue uno de los principales líderes de la nueva derecha chilena salida de la dictadura de Augusto Pinochet y también fundador de la Unión Demócrata Independiente (UDI), habiendo sido elegido senador por esa formación en las elecciones de 1989. Fue asesinado por los terroristas cuando salía de la Universidad Católica y su crimen, como la mayor parte de los cometidos por el FPMR, ha quedado en la impunidad. Mientras los militares chilenos están presos, los terroristas están en la calle. El mundo está al revés, así es la justicia asimétrica que practica esta izquierda vengativa y rastrera.

Ahora, sin embargo, el asunto no va a caer en saco roto. El presidente chileno volverá a retomar el tema del caso Guzmán en la próxima cumbre de la CELAC, a celebrar en La Habana los próximos días 28 y 29 de enero,  y donde se prevé que el mandatario chileno se vuelva a reunir con Raúl Castro para tratar el caso. La UDI, el legislativo chileno y algunos medios de este país han exigido que La Habana entregue a estos terroristas para ser juzgados en Chile. Pero, nadie cree que ese esfuerzo se materialice en nada y que los hermanos Castro den su brazo a torcer.

La ligazón de los Castro con el terrorismo continental. No olvidemos que el mismísimo Raúl Castro tiene vínculos

familiares con Juan Gutiérrez Fischmann, uno de los autores intelectuales de este asesinato y que en 1983 se casó con su hija: Mariela Castro Espín. Los terroristas chilenos del FPMR han recibido durante años ayuda, apoyo y financiación, así como refugio, tanto del extinto bloque comunista que lideraba la Unión Soviética como de Cuba.

La mayor parte de los partidos comunistas continentales, junto con sus brazos armados, como lo era el FPMR para el Partido Comunista Chileno, siempre vieron en la experiencia de la revolución cubana el ejemplo a seguir, la vía a través de la cual llegar al poder utilizando la vía armada y sin desdeñar los métodos más pérfidos. Ya se sabe, el fin, en esa lucha, justificaba la medios; el terror, ya desde los tiempos de Lenin, estaba justificado en la batalla revolucionaria.

Durante años, el régimen cubano dio asistencia técnica y económica a casi todas las organizaciones terroristas del continente, entre las que destacan los Montoneros de Argentina, los Tupamaros de Uruguay, el Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua, el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional de El Salvador, el Ejército de Liberación Nacional y las FARC de Colombia y el ya citado FPMR de Chile, por citar tan solo algunos de los grupos de la “telaraña” terrorista tejida por los hermanos Castro durante la Guerra Fría.

Y que después de la eclosión del bloque comunista se reconvirtió en el brazo político de la izquierda marxista en todo el continente a través del Foro de Sao Paulo.  Pese a todo, incluido el maquillaje y marketing con el que nos engañan los Lula, Múgica, Santos y compañía, Cuba sigue siendo el santuario terrorista de siempre, qué nadie se llame a engaños.

rangoso@iniciativaradical.org