DE LOS LECTORES: COLOMBIA NO ES EL PAÍS DE LA GUAYABA, SINO DE LA MERMELADA

Felicito a Ricardo Angoso, por este artículo, pues estimula mucho mis frustrantes reminiscencias de lo que me ha tocado por suerte ser testigo en este que ya no es el país de la guayaba, porque la convirtieron en mermelada

Martín Santos y Juan Manuel Santos

Colombia no es el país de la Guayaba, sino de la mermelada

Respuesta de un lector a Ricardo Angoso

Felicito a Ricardo Angoso, por este artículo, pues estimula mucho mis frustrantes reminiscencias de lo que me ha tocado por suerte ser testigo en este que ya no es el país de la guayaba, porque la convirtieron en mermelada

Juan Manuel Santos y el General Mejía Ferrero
Juan Manuel Santos y el General Mejía Ferrero

Apreciado Ricardo:

Disfruté muchísimo acerca de su artículo sobre las predicciones para el nuevo año, y con el debido respeto, desearía hacerle algunos comentarios y sugerencias al respecto, comenzando con el título y el adjetivo de “nada audaces” con que usted lo titula y lo cambiaría mejor por “ciertas”, o “reales”. No son en realidad nada audaces, son “trágicas”. Voy por puntos (1):

1) La burbuja inmobiliaria en Colombia, para mi solo tiene dos explicaciones: Lavado de activos, y dinero procedente de la corrupción política, el cual es manejado diligentemente por una horda de  testaferros. Sorprende que esta burbuja se ha mantenido inflada a lo largo del tiempo en que ha existido el narcotráfico en Colombia, y con precios no de Nueva York ni de Miami, si no peor aun, con precios de Hong Kong. Cuando se legalice la manguala con el cartel de las f.a.r.c., tenga la seguridad que los dineros en efectivo en dólares y euros, procedentes del botín que los terroristas acumulan por toneladas en canecas en El Caguán, comenzará a ser drenado necesariamente hacia esa burbuja inmobiliaria, y no sé por qué algo me dice, que uno de los grandes beneficiados será Juan Manuel Santos en ese aquelarre. Esa es tal vez la razón por la cual el ejecutivo se ha apresurado a avisarnos que la guerrilla asegura que no tiene dinero para indemnizar a las víctimas, si no que lo tendremos que hacer nosotros, las víctimas de esas guerrillas y también de este gobernante mentiroso y traidor.

2) Juanhampa, como se le describe coloquialmente a nuestro mitómano presidente, le apostó, como buen ludópata que es, a la ganancia rápida de dinero enfocando toda la energía de promoción inversora extranjera a la explotación de recursos naturales, los cuales generan ganancias rápidas y sin necesidad de hacer mayores inversiones, pero que enriquecen básicamente a los inversores, a los que administran las arcas estatales y quienes terminan convirtiendo esos recursos en las cajas menores de los autócratas, corruptos y tiranos, como bien nos lo recuerda la experiencia de Rusia, Korea del Norte, Cuba y muy cerca de nosotros, Venezuela, lo cual no nos exime a nosotros los colombianos de esa misma situación, pues rara vez esos beneficios terminan beneficiando al pueblo raso.

Pues bien, Juanhampa, como buen economista graduado de Harvard, le apostó a que el crecimiento de China nunca se acabaría y que era infinito y a que el precio del petróleo nunca bajaría, pues en su estrecha cabeza astuta, pero no inteligente, calculaba que por ser el petróleo un recurso natural no renovable, podría contar con dinero de sobra para financiar y terminar de pagar su mermelada. Como quien dice, el egresado de Harvard, se puso a la misma altura intelectual y académica del sindicalista busetero de Maduro, haciendo los mismos pronósticos.

Estoy de acuerdo con usted en que la crisis económica en Colombia será muy grave, pero personalmente opino que será mucho más grave de lo que usted mismo pronostica, pues se agravará debido a la pérdida de la confianza inversionista extranjera, no por la crisis de China, si no por la desconfianza que genera un presidente que se ha caracterizado por traidor, por mentiroso y por cambiar de criterio con una pasmosa frialdad y facilidad, en un país en el que será entronizado por decreto y sin respeto por la opinión pública, a un grupo terrorista, comunista y enemigo de lo extranjero,  caracterizado siempre por su animadversión visceral contra “el imperio” y contra los europeos a los que siempre extorsionó, secuestró, robó, indisponiéndoles  mortalmente a los obreros y trabajadores de los sindicatos manipulados con su ideología, con el único propósito de quebrar esas empresas o de hacerlas ir del país. Esto resulta paradójico, pues curiosamente no odian, ni a la negociadora y terrorista holandesa, alias “Tania”, quien siendo extranjera, ahora de manera miserable tiene injerencia directa sobre los destinos de nuestro país. Tampoco odian al colectivo de abogados súbditos del otrora “imperio español”, que los representa y los defiende contra el Estado colombiano, como tampoco a la venezolana Piedad Córdoba, quien nunca se sabe de qué lado de la mesa de negociación está.

Alejandro Santos jugando póker. Hace lo que su tío con el país: cañar
Alejandro Santos jugando póker. Hace lo que su tío con el país: cañar

Los inversores extranjeros no ignoran el peligro de invertir en Colombia y muy diplomáticamente declinarán cualquier intento de invitación del gobierno a invertir en este país, pues tienen muy claro que aquí solo les esperan hienas al acecho, disfrazadas de saboteadores, boicoteadores, defensores de derechos humanos y sindicalistas parcializados, interesados en hacerle el mayor daño posible a “los ricos”, igual que el sargento Chávez hizo lo propio en Venezuela.

3) La crisis y división del uribismo, sacó de en medio una posibilidad ahora fracasada de hacer algún tipo de oposición a esa “Comunidad del anillo”, que es la rosca organizada para delinquir o ingeniosa asociación para delinquir en que el codicioso y traidor de Juanhampa convirtió a esa siniestra rosca política corrupta, que terminó por envilecer, aun más, la política y la manera de hacer política en Colombia. Así fue como terminaron de podrir lo poco que quedaba de nuestra democracia. La tragedia en Colombia, es que no tenemos democracia, si no una “Mangualocracia”.

4) Insisto, en Colombia no tenemos partidos políticos, si no una Mangualocracia o “Comunidad del anillo”, obviamente corrupta hasta la médula. Aquí esto solo se soluciona con una especie de “revolución francesa”, pero no de tipo comunista que es peor, en donde es preciso degollar a todos estos miserables que han convertido a un maravilloso país como es Colombia, en un estado inviable y sin futuro para sus habitantes. Pareciera excesiva mi solución, pero sabe Dios que es la única salida. Aquí cuando no reina la mangualocrasia, hace lo propio la anarquía en forma de terrorismo y asaltantes de caminos.

La oposición del uribismo se diluirá
La oposición del uribismo se diluirá

5) Colombia ha tenido históricamente la mala suerte y el pésimo criterio, de elegir siempre como presidente, al candidato peor revestido moralmente para ocupar el cargo, de tal manera que es fácil resumir sus perfiles y el ejercicio de su cargo en una sola palabra, por ejemplo: Alfonso López Michelsen: “Siniestro” (Al fin y al cabo del linaje de las honorables damas Ibañez y por lo tanto, familiar de Santos). Belisario Betancurt: “Inepto”. Julio César Turbay: “Analfabeta”. Virgilio Barco: “Incapaz”. Ernesto Samper: “Indigno”. César Gaviria: “Miserable”. Andrés Pastrana: “Populista”. Alvaro Uribe: “Pacificador”. Juan Manuel Santos: Le caben dos, no, mejor tres: “Siniestro”, “Mentiroso”, “Traidor” pero que se resumen en una: “Infame”(revisar significado en el DRAE). Confío en que no se me haya olvidado alguno digno de ser mencionado en esta lista. Estos canallas son los causantes y responsables del estancamiento del país, pero es de especial recordación, la participación de César Gaviria, “El Miserable”, en la debacle de la capacidad productiva del país, debido a la implementación abusiva y sin sentido de la oprobiosa “Apertura Económica”, cuyo único propósito fue el de hacer un experimento económico con nuestro país, siendo todos y cada uno de los colombianos los conejillos de indias quienes terminamos afectados, siendo Gaviria y su familia los únicos beneficiados a perpetuidad. Ese triste recordatorio de su sobrino con el “Usted no sabe quién soy yo”, resume de muchas maneras la participación de “El miserable”, en la política colombiana.

6) No existe ninguna “agonía de la izquierda”. La izquierda es un feto que nació muerto, pero que entre los servicios secretos soviéticos a través de los servicios secretos de la revolución castrista, lo han mantenido entre formol, haciéndonos creer que está vivo. Hasta los mismos de la izquierda se lo creen. O es que no se han fijado muy bien en el rostro de Clara López? y el de Petro “El caresapo”? O el de Iván Cepeda, alias “Ivancito Márquez”? Más vivo luce Lenín allá en su féretro en Moscú!

7) El establecimiento tampoco definirá su fórmula presidencial, pues ya la tiene definida desde hace mucho tiempo en cabeza del siniestro Juanhampa, quien desde antes de ser ministro de defensa del gobierno de Uribe, ya adelantaba negociaciones y pactos “de paz” con los terroristas de las f.a.r.c. Ahora en “La Comunidad del Anillo”, se estará negociando cuál habrá de ser de entre los delfines el primer futuro presidente, si Simón “El bobito”, si Martincito Santicos “El Traidorcito” o “El Mentirosito”. Si los hermanitos Galán, “Los Tres Pobrecitos Huerfanitos” o si Ernestico Sampercito, alias “El caleñito” o Andrecito Villamizarcito, alias “Carambolas”?

Ahora en serio: Felicito a Ricardo Angoso, por este artículo, pues estimula mucho mis frustrantes reminiscencias de lo que me ha tocado por suerte ser testigo en este que ya no es el país de la guayaba, porque la convirtieron en mermelada.

Si van a publicar mis comentarios, les suplico que no incluyan mi nombre, porque el problema es que sé demasiado (!).

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El artículo al que se refiere el lector es:  Predicciones nada audaces sobre el futuro de Colombia

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