EN UN DÍA COMO HOY

EN UN DIA COMO HOY

Por Natalia Bernal

Hoy amanece y recuerdo los inicios de la crónica que escribí, hace dos años, con firme convicción de estar diciendo la verdad y reviviendo una realidad dolorosa.

Casi que puedo oír los teléfonos en el Ministerio de Defensa. Puedo ver en mi mente los cascabeles y los urutús en el afán de llegar al Palacio. Puedo ver el caos… Eso es obvio,  pero también veo soldados y policías dispuestos a entregarlo todo por salvar a las personas que se encontraban en el Palacio.

Lo que si me queda después de 25 años es un sabor amargo. No entiendo por qué la gente es ciega. No entiendo por qué cambiaron los papeles y ahora se defiende a los familiares interesados no en verdad sino en dinero. No entiendo por qué a los héroes de esos dos días se les investiga y se les tiene en esas condiciones. Por más valentía que tenga una persona, el encierro injusto es una tortura… ¿Pero hemos visto a algún defensor de DDHH peleando por los Derechos del Coronel Plazas?

No entiendo por qué en un día como hoy, los que defendemos a los militares somos atacados, que las únicas víctimas sean los civiles. ¿Somos tan amnésicos que ni queremos recordar a los militares y demás miembros de la fuerza pública que cayeron en esa operación?

Lo único que tengo por hacer es mandar mi apoyo incondicional al Coronel Plazas, quien se ha convertido en víctima real de la manipulación de los hechos

La próxima vez que usted vaya por la carretera y vea a un soldado cuidándolo, o se sienta seguro por la presencia militar espero que recuerde a personas como Plazas.

06 noviembre 2010