LA BANDA MÉLENCHON INSULTA AL EX PRESIDENTE URIBE

Mélenchon es un politiquero brutal que fue varios años un submarino trotskista en el partido socialista para hacerse elegir finalmente como eurodiputado. Quiere declarar a Uribe “persona non grata” en Francia

LA BANDA MÉLENCHON INSULTA AL EX PRESIDENTE URIBE

 

Eduardo Mackenzie

Por Eduardo Mackenzie

 

Furioso porque el ex presidente Álvaro Uribe ha sido nombrado profesor de la Universidad de Metz (Francia), y ya dio con notable éxito, la semana pasada, su primera conferencia sobre el desarrollo económico latinoamericano, el vocero del chavismo en Francia, Jean-Luc Mélenchon, lanzó una campaña de calumnias contra el ex mandatario colombiano y contra la citada universidad.

Mélenchon es un politiquero brutal que fue varios años un submarino trotskista en el partido socialista para hacerse elegir finalmente como eurodiputado. Antiliberal, anti capitalista y violentamente anti Sarkozy, el quiere ahora declarar al ex presidente Uribe “persona non grata” en Francia. Sin embargo, ninguna personalidad política seria ha querido apoyar esa triste campaña, salvo un puñado de agitadores verde-comunistas.

Uno de éstos, Yves Cochet, lanzó una fatwa contra Uribe que muestra la catadura facho-xenófoba de ese grupúsculo. “Hay que impedirle [a Uribe] su instalación en Francia para que se retire no sé dónde pero no en Francia y no en todo caso como profesor de universidad”.

Sin embargo, esos politiqueros sin futuro, no tienen ningún derecho a inmiscuirse en la educación superior, ni a ejercer presiones contra el reclutamiento de los profesores universitarios. Los fundamentos esenciales de la libertad de enseñanza en Francia son amenazados por ellos.

Para intoxicar a los medios y a la opinión, emplean las mentiras más descaradas. Respecto del gobierno del ex presidente Uribe dicen que fue “autoritario”. Falso. El gobierno de Uribe fue, por el contrario, respetuoso y protector del orden jurídico. Ningún miembro de la oposición fue detenido, la prensa jamás fue censurada, ningún sindicato fue disuelto, y respetó hasta el exceso los otros poderes.

el vocero del chavismo en Francia, Jean-Luc Mélenchon -caricaturizado

Mélenchon no acepta que Uribe haya sido elegido dos veces por los colombianos, que haya logrado la desmovilización de 35 mil paramilitares de extrema derecha y obligado a la banda narco-terrorista de extrema izquierda FARC a replegarse y refugiarse en Venezuela y Ecuador. Mélenchon trata de hacer pasar como “3.000 víctimas civiles” las bajas sufridas en combate por las FARC en los últimos ocho años.

Mélenchon es el nuevo bufón de la política francesa. El hombre regaña y eructa insultos a diestra y siniestra en su calidad de gurú de una nueva secta que fundó y bautizó, con muy poca imaginación, como “Partido de Izquierda”.

Periodistas de renombre como Jean-Marc Sylvestre, David Pujadas, Anne-Sophie Lapix, Laurence Ferrari, Arlette Chabot, Michel Denisot, Marc-Olivier Fogiel y Nicolas Demorand han sufrido sus vejámenes. Ni siquiera una joven estudiante de periodismo escapó a su lengua viperina. Detestado por sus frecuentes altercados con todo el mundo, un canal de televisión le inventó una marioneta que lo ridiculiza a fondo.

Ese es el hombre que quiere expulsar de Francia al ex presidente Uribe.

El pobre Mélenchon no puede hacer otra cosa. Como buen payaso chavista, él se niega a decir que Cuba vive bajo una dictadura. El tipo quiere abolir la Constitución francesa e imponer otra, de corte chavista, mediante una Asamblea Constituyente. Quiere también desmantelar la Unión Europea e inventar un aparato estilo Unasur que lleve el Viejo Continente al desastre.

El escribe todo eso en un panfleto reciente intitulado Qu’ils s’en aillent tous!» (¡Que se vayan todos!). Inútil buscar allí argumentos, razonamientos. Ese texto es el grado cero de la reflexión política. Es un ventilador de injurias: contra los Estados Unidos, contra el libre cambio, contra la social-democracia, contra los demócratas cristianos, contra los bancos, contra “el cáncer de la Europa liberal”, contra las relaciones entre franceses y alemanes. Mélenchon usa la técnica stalinista de animalizar a sus adversarios y enemigos. Todos son transformados en chulos, tiburones, gusanos, gallinas. Muchos lo ven como un patético individuo animado por el odio.

 

12 de marzo de 2011

 

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