LA GRAN DEVOLUCIÓN

Hay que hacer la devolución al país de su soberanía y dignidad nacional, mediante la rescisión de los tratados y acuerdos internacionales que nos imponen la esclavitud de las leyes malas

La gran devolución

Hay que hacer la devolución al país de su soberanía y dignidad nacional, mediante la rescisión de los tratados y acuerdos internacionales que nos imponen la esclavitud de las leyes malas

Alberto Mansueti
Alberto Mansueti

Alberto Mansueti

Octubre 15 de 2015

Es una propuesta política para devolver a las personas las funciones, poderes y recursos usurpados por el Estado mediante las leyes malas estatistas, tanto mercantilistas como socialistas; y en base a la estricta y cuidadosa separación del sector público respecto a las esferas privadas de la vida social.

Primero hacemos un partido de derecha liberal. Y luego, ya desde el Congreso, derogamos todas las leyes malas, dictadas en su mayor parte por las agencias de la ONU y organismos internacionales, que se han erigido como un Super-Gobierno mundial imperialista. Hacemos algunas reformas constitucionales. Y le hacemos la devolución al país de su soberanía y dignidad nacional, mediante la rescisión de los tratados y acuerdos internacionales que nos imponen la esclavitud de las leyes malas.

Después de eso, (A) Encargamos a los Gobiernos, tanto a nivel nacional como a niveles regional y municipal, las funciones de seguridad, justicia, y obras públicas de infraestructura física. (B) También devolvemos a la iniciativa privada, todas las funciones, los poderes (libertades), y los recursos usurpados por el Estado, encargando a las entidades privadas las funciones empresariales, educativas, de salud y previsionales.

Para eso las Cinco Reformas, en las áreas claves de la vida social: (1) política, o sea los gobiernos, elecciones y partidos; (2) economía, dinero, banca y crédito; (3) educación, en todos sus niveles; (4) atención médica y salud; (5) sistemas previsionales de jubilaciones y pensiones.

Hay que entregar la seguridad social a los gerentes, empleados y trabajadores
Hay que entregar la seguridad social a los gerentes, empleados y trabajadores

Son para concretar los tres pilares del capitalismo liberal clásico: la No. 1, para tener “Gobiernos limitados” y al servicio de la gente; la No. 2, para devolver las libertades económicas y tener “mercados libres”. Y las reformas Nos. 3, 4 y 5, de orden social, para devolver la “propiedad privada” a la gente.

Y son absolutamente complementarias todas entre sí; por eso son inseparables; se aplican y se explican conjuntamente. Ninguna puede entenderse ni funcionar aisladamente. Vea Ud.:

En la Reforma No. 1 quitamos el estatismo y los impuestos numerosos y excesivos; y tenemos seguridad, justicia y obras públicas, financiadas con el impuesto de las 3 “U”: único, uniforme y universal. Todo bajo el imperio de la ley, con militares y policías profesionales, no politizados, justicia resarcitoria centrada en la víctima, y poder judicial independiente. Las obras públicas de infraestructura, mediante licitaciones transparentes. A los niveles regional y local, federalismo genuino y autonomía municipal. Con propiedad privada del subsuelo y sus recursos, e incluso cuencas acuíferas. Con voto libre, y partidos políticos en manos de la gente, no de la burocracia del órgano electoral.

En la Reforma No. 2 tenemos moneda dura, con respaldo metálico para los billetes; y banca sólida, con créditos respaldados por depósitos. Quitamos las trabas reglamentaristas, y así liberamos los mercados en la economía. Con seguridad, justicia y obras públicas suficientes, y con plenas libertades para trabajar, emprender y contratar, la gente va a salir de la pobreza, y entrar en la riqueza. Mientras tanto, tenemos el programa de las tres series de bonos para los más pobres, en las tres reformas sociales.

En la Reforma No. 3, quitamos al Estado las entidades docentes que posee, salvo las relativas a sus funciones propias. Y las entregamos en propiedad a los padres, y a sus maestros y profesores, como dación en pago por obligaciones pendientes, bajo la forma jurídica que escojan en cada caso. Con bonos para los buenos estudiantes sin recursos.

En la No. 4 hacemos lo mismo con los centros médicos estatales: los entregamos a sus doctores, paramédicos, enfermeras, empleados y trabajadores. Con bonos para los pacientes sin recursos.

Y en la No. 5 hacemos igual con el Seguro Social estatal: lo entregamos a sus gerentes, empleados y trabajadores. Con bonos para los más pobres.

En síntesis: tenemos, (A) propiedad privada difundida profunda y masivamente en los negocios y la economía, y asimismo en la educación, la atención médica, y la seguridad social. Y (B) competencia abierta y libre en los cuatro sectores, con las consiguientes reducciones en costos, incrementos en productividad, y notable mejoramiento en calidad, y en relaciones precio-calidad.

En la transición al capitalismo liberal, un Ministerio de Apoyo Social va a hacer ayuda social “focalizada”, en reemplazo de los Ministerios de Educación, Salud, Trabajo y Previsión Social, etc., etc. Primero ese Ministerio va a poner los bonos, en sus tres series, en poder de los beneficiarios elegibles. Será mediante una red de Trabajadores Sociales, y visitas para registro y seguimiento de los beneficiarios de los bonos, quienes no van a tener voto en tanto los reciban, evitando así el tráfico de votos, y estimulando su pronta salida del programa.

Y luego ese mismo Ministerio les va a reembolsar en dinero los bonos, a todas las instituciones, sean privadas o sean privatizadas (ex estatales), que hayan sido elegidas libremente por sus beneficiarios para contratar sus servicios de educación, de salud, y de previsión social.

¿Se entiende?

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