AL FINAL: NI PATRIA, NI SOCIALISMO, SOLO MUERTE

Porqué Cuba: ¿No, es un paraíso? Porque así lo quiso Fidel. Fidel, consagró a Cuba a esos bubalwos que menciona Orozco guardando en los cuartos a la Virgen del Cobre, patrona de los cubanos

Rafael Gómez Martínez

Por Rafael Gómez Martínez
Agosto 1 de 2021

El fraude más antiguo de nuestros tiempos presentes consiste en creer que lo que hoy se denomina la izquierda política y todo lo que representa es el partido de los pobres y los oprimidos.

Se le atribuye a Thomas Sowell economista y teórico social norteamericano de Carolina Norte, con un Magna Cum Laudem de la Universidad de Harvard, el origen de la anterior frase que al momento de pronunciarla causó estupor dentro del sector académico tradicional norteamericano con fuerte tendencia a lo que hoy se conoce como el estudio de la economía social.

En su escrito introductorio A Conflict of Visions, Sowell planteó que las visiones son indispensables pero peligrosas, precisamente, porque tendemos a confundirlas con la realidad. Aquello de lo cual se prescinde deliberadamente quizá resulte no ser prescindible cuando se mida sus efectos sobre sus resultados. Esto requiere de sucesivas verificaciones.

La anterior introducción para comentar que sorpresivamente hemos visto durante la semana del 12 al 18 de julio de los presentes el cómo los cubanos salieron a las calles en todas las ciudades de la isla para exigir algo tan simple y tan complejo, a la vez, como lo es la libertad.

Fidel Castro

56 años después del ingreso de Fidel Castro a la Habana con su puro en la boca al lado del Ché Guevara, los jóvenes cubanos de hoy conectados con su dura realidad; no necesitan de numerosas verificaciones para comprobar que el Socialismo y el Comunismo como doctrinas económicas son un verdadero fracaso.

Para corroborar la anterior afirmación, contrario a lo planteado por Sowell, no se necesitan de demasiadas verificaciones. Basta con preguntarle a un, a, cubano, a.

Una vez derrocado el régimen comunista pro soviético post segunda guerra mundial con la caída del muro de Berlín, algunos teóricos como Mayers esbozaron la teoría del colapso del socialismo real.

Casi 62 años después de la llegada de Fidel Castro al poder, le tocó el turno a los cubanos quienes envueltos en su miseria salen a las calles con una dignidad impredecible diciendo que no, tenemos miedo, recordando al papa Juan Pablo II: No tengáis miedo.

Y, nos falta ver a los nicaragüenses, ese pobre pueblo olvidado de la mano del déspota de Ortega y su señora, fanática de la santería y el oscurantismo.

Hablando del oscurantismo, se recomienda como lectura complementaria: Cuba, debería ser un paraíso de Román Orozco corresponsal de Cambio 16, un experimento mediático fallido de Gabriel García Márquez, gran amigo personal de Fidel Castro y de todos los regímenes comunistas, socialistas de la región latinoamericana durante el siglo XX.

Enrique Santos Calderón, hermano del expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos; Gabriel García Márquez y Fidel Castro

Orozco, comentó que: “Doscientos setenta bubalawos se reunieron en el barrio 10 de octubre de la Habana los días 30 y 31 de diciembre de 1990 y el 1 de enero de 1991. Cuando los sacerdotes de Ifá terminaron su congreso, muchos de ellos llevaban señales de preocupación. La palabra de los sagrados orishas para el naciente año era Oruranniko, que quiere decir en lengua yoruba: Pérdida de estabilidad” (Orozco, presenta todo un capítulo sobre la santería en la isla).

Porqué Cuba: ¿No, es un paraíso? Porque así lo quiso Fidel. Fidel, consagró a Cuba a esos bubalwos que menciona Orozco guardando en los cuartos a la Virgen del Cobre, patrona de los cubanos. Lo cual resulta curioso, porque Fidel fue educado por los padres jesuitas de la isla en su momento. Y, pensar que al papa Francisco solo le faltó besarle los pies a Fidel. Bueno, jesuitas al fin y al cabo. De los jesuitas…líbranos señor de todo mal, amén.

El oscurantismo y la santería fueron y son determinantes para sostener a Fidel y su régimen; de la misma manera que Chávez utilizó a la santería; al igual que Ortega y su oscura y tenebrosa señora; y al régimen de Haití; al igual que las santeras venezolanas que descubrieron el otro día durante las violentas protestas en Bogotá, más exactamente en el localidad Fontibón.

Pareciera que la perdida de estabilidad del oprobioso régimen cubano estuviera tomando un rumbo incierto y definitorio de tal forma que Raúl Castro como buen cobarde y déspota y tirano socialista lo primero que hizo fue salir corriendo para Caracas a pedirle ayuda a Maduro.

Mientras tanto, en la Habana miembros del G2 cubano vestidos de civil asesinan por la noche a mansalva, en Bogotá realizan una manifestación al frente de la embajada cubana, con banderas del partido comunista colombiano pero a favor del régimen de la Habana…Así estamos.

Al final, ni patria, ni socialismo….solo muerte.

Puntilla: El silencio cómplice y la doble moral de la izquierda política y la derechita cobarde colombiana frente al colapso real de la revolución de Fidel. De su revolución.

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