DEL COMUNISMO AL NEGACIONISMO

“Esta ‘limpieza étnica’, convertida en algo sistemático en el Estado de Israel de hoy, se deriva del principio de la pureza étnica lo que impide la mezcla de sangre judía con la ‘sangre impura’ de todos los demás. […] Este racismo, modelo de todos las demás racismos, es una ideología de dominación de diferentes pueblos”

La ruta del “gran militante mujahid  Roger Garaudy”: del comunismo al negacionismo

Pierre-André Taguieff

Por Pierre-André Taguieff. Filósofo, politólogo e historiador de las ideas

Traducido del francés por Eduardo Mackenzie

18 de junio 2012

Los convertidos al islamismo que vienen de la extrema izquierda siguen a menudo, desde la década de los 80, el itinerario típico de un  Roger Garaudy (1913-2012). Comunista estaliniano atraído por el catolicismo, éste se hizo adepto, en la década de los 70, de un tercermundismo salpicado de anti-occidentalismo o de hesperofobia (“El Occidente es un accidente”) (1). Después abrazó la causa musulmana, donde encontró un apoyo decisivo  para combatir tanto la superpotencia estadounidense, donde el vio el principal vector del “totalitarismo de mercado”, así como el Estado de Israel y, más ampliamente, el “lobby sionista internacional”.

El Garaudy anticapitalista y tercermundista, el humanista “sin fronteras”,  pionero de lo que se llamará veinte años más tarde el “altermundialismo”, ya era alabado por la “izquierda cristiana”, que lo seguirá en todo esto con entusiasmo sobre todo cuando él adhiere a la causa palestina. Garaudy participó activamente en la empresa de  diabolización de Israel, operación que cobró un alcance inédito  desde el verano de 1982 gracias a la explotación cínica de las masacres de Sabra y Chatila (16-18 de septiembre de 1982) cometidas por  falangistas cristiano-libaneses y atribuida torticeramente al ejército israelí (2). Incluso antes de esas masacres Israel había sido acusado públicamente de “terrorismo de Estado” en un anuncio pagado en Le Monde, el 17 de junio de 1982, bajo el título “Después de las masacres en el Líbano. El significado de la agresión israelí“, y firmado por Roger Garaudy, así como por el padre Michel Lelong y el Pastor Mathiot (3).

Tras su conversión al islamismo en 1982, Garaudy entró en un proceso de radicalización de su “antisionismo”. Primero publicó un folleto “antisionista” intitulado L’Affaire Israël (1983) (4), donde desarrolla sus cuatro temas principales de acusación  contra  Israel y contra el “sionismo”: el “racismo”, el “colonialismo”, el “expansionismo “(o “imperialismo”) y el “terrorismo de Estado”. Esa radicalización le llevó a publicar bajo el cuidado de la editorial negacionista La Vieille Taupe, doce años más tarde, en diciembre de 1995, su primer folleto negacionista, bajo el título de Los mitos fundacionales de la política israelí (5). Por el apoyo dado por el abbé Pierre a su viejo amigo, ese folleto “antisionista” desatará un acalorado debate en la primavera de 1996. Recordemos que las ediciones La Vieille Taupe fueron fundadas por un grupo de militantes izquierdistas que, entre 1978 y 1980, adhirieron a las “tesis” defendidas por Robert Faurisson, quien se había convertido en el mascarón de proa del negacionismo francés, viajando por el mundo para difundir la “buena palabra” según la cual el genocidio nazi de los judíos de Europa no existió y solo es una “mentira propagandística” (6).

Roger Garaudy

El argumento negacionista está plenamente integrado al discurso antisionista de los países árabe-musulmanes y del Irán islamista mediante el best-seller en que se convirtió ese sucio folleto que parece haber salido de un laboratorio clandestino, fabricado por falsificadores aficionados  con textos tomados a las carreras de publicaciones antijudías confidenciales y bajo la modalidad del plagio (7).

En ese folleto, que trata de posicionar el antisionismo en un antijudaísmo radical, Garaudy retoma las esencializacion negativa del pueblo judío como un pueblo exterminador y colonizador, idéntico a sí mismo a través de la historia. El agrega a eso una acusación de “purificación étnica” y de “racismo” o, más exactamente, de proto-racismo, lo que equivale a suponer que los judíos son los inventores del racismo: “Esta ‘limpieza étnica’, convertida en algo sistemático en el Estado de Israel de hoy, se deriva del principio de la pureza étnica lo que impide la mezcla de sangre  judía con la ‘sangre impura’ de todos los demás. […] Este racismo, modelo de todos las demás racismos, es una ideología de dominación de diferentes pueblos” (8).  La triple acusación  es clara: los judíos son originalmente racistas, imperialistas y exterminadores de los pueblos extranjeros. En 1998, Garaudy publicó nuevo folleto  judeofóbico de fechada “antisionista”: El proceso del sionismo israelí (9). En ese texto, el truena contra el “monoteísmo de mercado” o  “monoteísmo totalitario de mercado”, para contento de los más variados círculos anti-capitalistas. Convirtiéndose en propagandista incansable de la des-occidentalización del mundo, Garaudy entona con frecuencia el estribillo “Occidente es un accidente (10)” y publica el folleto intitulado Los Estados Unidos, la vanguardia de la decadencia (1997) (11). Garaudy se convirtió así en el “guía espiritual” o en una especie de profeta de los movimientos extremistas que, en torno del tema del “anti-mundialismo”, del anti-americanismo y del antisionismo, florecen tanto en la extrema izquierda y como en la extrema derecha.

Garaudy prosiguió su campaña anti-occidental y anti-sionista al publicar, tres años después de los atentados del 11 de

Roger Garaudy, pasó del comunismo al negacionismo

septiembre 2001,  un pesado folleto intitulado El  terrorismo occidental (12). Allí el reencuentra los acentos tercermundistas de su período estalinista (y neo-estalinista), y se congratula de que los EE.UU. encuentren  “más y más resistencia (…) en su empeño “mundializador”, es decir, de “colonización ampliada a nivel mundial y en beneficio de un solo colonialista” (13). Ese indigesto folleto de inspiración conspiracionista  –pues se trata, según él, de denunciar un pretendido complot imperialista–, confirma su inscripción en la nebulosa del “antimundialismo”.

El objeto favorito de sus denuncias recurrentes es lo que él llama de manera confusa el “monoteísmo de mercado”, que él define como “un crimen convertido en religión” (14). El había publicado en la revista GRECE (Grupo de investigación y estudios para la civilización europea), cuando comenzaba precisamente el escándalo Garaudy, un artículo intitulado Contra el monoteísmo de mercado (15), extraído de su ponencia para la XXIX Conferencia Nacional de GRECE, del 3 de diciembre de 1995. El terrorista comunista Ilich Ramírez Sánchez, alias Carlos, convertido también al islam en octubre de 1975,  encontrará ese texto muy de su gusto, pues escribió desde la cárcel, en 2003, antes de denunciar la “pseudo-religión de los derechos del Hombre, ese taparrabos de la idolatría del mercado”, lo siguiente: “El verdadero islam es radicalmente incompatible con las normas del consumo inherente al monoteísmo de mercado” (16).

La expansión mundial de lo que Garaudy creía que era la nueva y falsa “religión”, la del mercado, no es más que la americanización del mundo, en la que Israel juega, según él, un papel importante:

“El punto focal de las fronteras del imperio estadounidense (…) es el Golfo Pérsico, ya que está rodeado por los más ricos yacimientos de petróleo, lo que sigue siendo desde hace décadas  ‘el nervio del crecimiento’ occidental”. Sobre esas ‘limas’ él ganó la más reciente ‘victoria’ del monoteísmo de mercado con el aplastamiento de Irak (la guerra librada por Estados Unidos bajo la presión de dos lobbies, [el “lobby judío” y el “lobby de los negocios “]) (…) En ese ‘punto caliente’ de las fronteras del nuevo imperio, el Estado de Israel sigue desempeñando el papel asignado por su fundador espiritual, Teodoro Herzl: el de un ‘bastión de avanzada de la civilización occidental contra la barbarie de Oriente’. (…) Hoy en día, otro objetivo, más importante, ha sido designado: el Irán (…) El nuevo objetivo ya ha sido designado en Charm El Sheikh, en 1996, por el Gobierno de Israel: la ‘lucha contra el terrorismo’ como ‘injerencia humanitaria’ son los dos nuevos pretextos del neo-colonialismo integrado” (17).

Eso permite  entender por qué él es citado como un mentor o un héroe de la “libertad de expresión” por parte de algunos círculos neo-comunistas, que no están muy lejos de la mayoría de los grupos neonazis, y de diversas corrientes del islamismo radical. También da fe de eso la admiración que le tiene el ex comunista Alain Soral, autor del panfleto anti-americano y “antisionista” de espíritu garodiano intitulado Entender el Imperio (2011) (18). Al presentar con Dieudonné y con el agitador pro-iraní Yahia Gouasmi, en 2008, una “lista antisionista”, Soral se mantuvo fiel a la postura garodiana  — un anti imperialismo complotista–, que no hacía sino sazonar  la opción de ser un  compañero de viaje del Frente Nacional francés. En su sitio web “Igualdad y  Reconciliación”, el 15 de junio de 2012, la musa castrista y garodiana María Poumier,  publicó un conmovedor homenaje al “gran humanista”, un himno cuyo título elocuente dice: “Roger Garaudy, límpido en medio de la obscuridad del siglo” (19). Vale la pena reflexionar profundamente la conclusión: “Que descanse, nuestro hermano Roger, en la gloria junto a los profetas que escogieron servir a los más humildes, siempre y en todas partes”. El ex estalinista convertido al islamismo y a la causa palestina fue celebrado como un maestro o un modelo de valor en el mundo musulmán, que él mismo había familiarizado con las fórmulas elementales del negacionismo (20). Estando vivo, él encarnó el intelectual occidental perfecto para los enemigos de Occidente que dicen representar el islam, “la religión dominante de los dominados”. Fuera de que él había dicho que su conversión mostraba que él había escogido “la religión natural del hombre” (21), el ofrecía a quienes quieren destruir el Estado de Israel una aparente arma definitiva, la reducción del genocidio nazi de los judíos de Europa a una “mentira de propaganda” que sobre todo habría legitimado la creación del Estado judío. Cuando el peligroso iluminado que es el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad denunció en diciembre de 2005 el “mito de la masacre de los judíos” (22) y concluyó que el Estado de Israel por “no tener derecho a existir” (23) debería ser “borrado de la faz de la tierra”  –según la frase del ayatolá Ruhollah Khomeini (24)–, el mostró ser un buen discípulo de Garaudy.

Sabemos que Muammar Gaddafi, el líder supremo de la “Jamahiriya Árabe Libia, popular y socialista”, traicionando  su megalomanía sin límites, había creado en 1988-1989, con su amigo Jean Ziegler, sociólogo suizo de extrema izquierda, el Premio Gadafi de los derechos humanos. Esa expresión resuena tan extrañamente como el Premio Stalin de la libertad, o  un Premio Hitler de la igualdad y la fraternidad. Entre los recientes ganadores del Premio Gaddafi, notamos con gran interés, pero como se podía esperar, las siguientes eminencias: Louis Farrakhan (1996), Fidel Castro (1998), Roger Garaudy (2002, con otros), Hugo Chávez (2004) y Mahathir Mohamad (2005). Como intelectual comprometido, pero también como “Relator Especial” o “experto” de algunos organismos de la ONU encargados de los derechos humanos (25), el neo-marxista “humanista” Jean Ziegler, amigo ginebrino de Tariq Ramadan y de Roger Garaudy –otros “humanistas”— intervino con frecuencia en público, siempre en un sentido anti-occidental, tercermundista y “antisionista” (26). En calidad de Relator Especial de la ONU, Ziegler elaboró, por ejemplo, en 2003, un informe delirante sobre la política israelí en los territorios ocupados, retomando los discursos más grotescos de la propaganda “antisionista” (27). Ziegler se convirtió en denunciador en tono conspiracionista de “los amos del universo”, de los “mil oligarcas más poderosos del mundo” o del “capital financiero internacional” (28).

Para entender la convergencia  de pensamiento entre Garaudy y Ziegler habría que recordar un episodio del escándalo Garaudy / abbé Pierre, ocurrido en la primavera de 1996. En carta  del 1 de abril de 1996 a su amigo Garaudy, enjuiciado por su libro Los mitos fundacionales de la política israelí (29), el sociólogo tercermundista le expresó así su apoyo: “Estoy indignado por el juicio que le hacen a usted (…) Toda su obra como escritor y filósofo certifica el rigor de su análisis y la honestidad inquebrantable de sus intenciones. Ello  hace de usted uno de los principales pensadores de nuestro tiempo (…). Por todas estas razones le expreso aquí mi solidaridad y mi admirativa amistad” (30).  Esa carta se podía leer en la página web de Radio Islam, dirigida por el islamista y negacionista Ahmed Rami, quien difunde también Los Protocolos de los Sabios de Sión, como los escritos de Robert Faurisson y de sus discípulos, sin olvidar Sobre la cuestión judía de Karl Marx, así como El Judío Internacional, recopilación de artículos antijudíos atribuidos a Henry Ford (en realidad escrito por sus colaboradores cercanos y por periodistas de su semanario antijudío The Dearborn Independent, de mayo de 1920 a enero de 1922). Rami es un admirador declarado de lo que él llama el “gran activista mujahid Roger Garaudy”. Unos días después, Ziegler se distanció prudentemente de eso, pero durante una conferencia de prensa celebrada en París, el 18 de abril de 1996, el abogado de Garaudy, Jacques Vergès, lo citó entre las personalidades que le brindaban apoyo al gran “humanista” (31). Para poner de relieve algunas afinidades olvidadas, hay que recordar que Garaudy fue un “enaltecedor patentado del Libro Verde” del coronel Gaddafi (32), quien le devolvió el cumplido presentándolo como el “pensador” que le había hecho comprender el marxismo.

Texto de Garaudy sobre la fundación del Estado de Israel

Si Garaudy es mostrado  en el mundo musulmán desde mediados de 1980 como un héroe de la lucha contra el “sionismo mundial”, no se debe sin embargo descuidar el papel de él,  en Occidente, en la conversión al islam de muchos de sus lectores admiradores, algunos de los cuales se convirtieron en islamistas salafistas. Ese es por ejemplo el caso del francés Richard Robert, “el emir de ojos azules”, quien  convertido al islam por la lectura de los libros de Garaudy, terminó, después de hacer viajes rituales y de iniciación en Pakistán y Afganistán, unido a un grupo islámico radical, Salafiya Jihadiya, que ha sido involucrado en la organización de los atentados suicidas del 16 de mayo de 2003 en Casablanca, que dejaron 45 víctimas (33).

Garaudy fue un intelectual comprometido que siempre puso su estatus de “filósofo” al servicio de causas totalitarias, como el comunismo y el islamismo político “revolucionario”, mezclando finalmente la judeofobia a la hesperofobia. Su itinerario  muestra el inevitable proceso de corrupción del pensamiento de aquellos que ponen ésta al servicio de causas tan dudosa como excluyentes, reduciéndola a operaciones de propaganda.

 

Notas

• (1) El neologismo “hesperofobia”, introducido por el historiador Robert Conquest, fue utilizado por John Derbyshire en un artículo publicado  el 13 de septiembre de 2001: “Hesperophobia: On Blaming the Jews”, National Review Online, y retomado después por Raphael Israeli en su estudio intitulado “L’antisémitisme travesti en antisionisme”,  tr. fr. Jean-Pierre Ricard, Revue d’histoire de la Shoah, N º 180, enero-junio de 2004, p. 127.

  • (2) Sobre esta falsa acusación y su explotación por parte de la propaganda palestina, ver Pierre-André Taguieff, La Nouvelle Propagande antijuive, París, PUF, 2010, p. 145-149.

  • (3) Sobre este texto y su contexto, ver Pierre-André Taguieff, “L’antisionisme arabo-islamophile”, Sens, N º 11, noviembre de 1982, p. 253-266.

 • (4) Roger Garaudy, L’affaire Israel, París, SPAG-Papyrus éditions, 1983.

 • (5) Roger Garaudy, Les Mythes fondateurs de la politique israélienne, París, La Vieille taupe, diciembre de 1995, retomado por Samiszdat [sic], Roger Garaudy, edición de 1996, Beirut, Fihrist, 1998. Sobre el caso de Garaudy, ver Pierre-André Taguieff, “L’abbé Pierre et Roger Garaudy. Négationisme, antijudaisme, antisionisme”, Esprit, N º 224, agosto-septiembre de 1996, p. 206-216; Valérie Igounet, Histoire du négationnisme en France, París, Seuil, 2000, p. 472 a 483; Michael Prazan, Adrien Minard, Roger Garaudy. Itinéraire d’une négation, París, Calmann-Levy, 2007, p. 163-308.

  • (6) Ver Valerie Igounet, Robert Faurisson. Portrait d’un négationniste, París, Denoël, 2012.

  • (7) Ver Pierre-André Taguieff, “L’abbé Pierre et Roger Garaudy…”, art. cit.

  • (8) Roger Garaudy, Les Mythes fondateurs de la politique israélienne, París, La Vieille taupe, diciembre de 1995,  pág. 44 a 47. La acusación de “racismo” lanzada contra el pueblo judío se convirtió en lo habitual del discurso judeofóbico ordinario, ver  Pierre-André Taguieff La Judéophobie des Modernes. Des Lumières au Jihad mondial, París, Odile Jacob, 2008, p. 340-350.

  • (9) Roger Garaudy, Le Procès du sionisme israélien, París, Éditions Vent du Large, 1998.

  • (10) Este es también el título del capítulo I de un libro posterior de Roger Garaudy,  Le Terrorisme occidental, París, Editions Al Qalam, 2004, p. 39 a 71.

  • (11) Roger Garaudy, Les États-Unis, avant-garde de la décadence (Comment préparer le XXIe siècle), París, Éditions Vent du Large, 1997.

  • (12) Op. cit. (2004).

 • (13) Roger Garaudy, Le Terrorisme occidental, op. cit., p. 9.

 • (14) Ibid., p. 182-183. Ver también Roger Garaudy, Les États-Unis, avant-garde de la décadence, op. cit., p. 15-20 (Capítulo II: “Le monothéisme du marché”).

  • (15) Roger Garaudy, “Contre le monothéisme du marché”, Éléments pour la civilisation européenne,  N º 84, febrero-marzo de 1996, p. 31 a 37.

  • (16) Ilich Ramírez Sánchez, alias Carlos: L’Islam révolutionnaire, Mónaco, Éditions du Rocher, 2003, p. 105.

  • (17) Roger Garaudy, Les États-Unis,…, op. cit., p. 4-5.

 • (18) Alain Soral, Comprendre l’Empire. Demain la gouvernance globale ou la révolte des nations?, Paris, Éditions Blanche, 2011.

  • (19) Link: http://www.egaliteetreconciliation.fr/Roger-Garaudy-limpide-dans-la-noirceur-du-siecle- 12385.html. La ex comunista María Poumier fue la secretaria de redacción de la revista garodiana À Contre-Nuit, cuya jefe de redacción era Isabelle Coutant-Peyre. Esta última es la abogada del terrorista musulmán-comunista Carlos y se casó con él en prisión. No nos sorprende verla hoy defendiendo al padre del asesino islamista Mohamed Merah, que ella presenta fríamente como una “víctima” de la policía francesa. Ver Pierre-André Taguieff,  Prêcheurs de haine. Traversée de la judéophobie planétaire, Paris, Mille et une nuits, 2004, p. 523, nota 46.

  • (20) Ver Nordbruch Goetz, “La négation de la Shoah dans les pays arabes. Réactions aux Mythes fondateurs de la politique israélienne” (2001), tr. fr. Claire Darmon, Revue d’histoire de la Shoah, n° 180, enero-junio de 2004, p. 264-290.

  • (21) Para hablar como Abu al-Ala Mawdudi (1903-1979), quien alaba la “religión universal y eterna” que es, para él, el islam.

  • (22), Mahmoud Ahmadinejad, discurso pronunciado el 14 de diciembre de 2005.

 • (23) Declaración Final de la Tercera Conferencia Internacional de Al-Quds y de apoyo al pueblo palestino, organizado por las autoridades iraníes en Teherán del 14 a 16 de abril de 2006: “El régimen sionista (…) no tiene derecho de existir, ya sea legal o legítimamente”.

  • (24), Mahmoud Ahmadinejad, discurso del 26 de octubre de 2005.

 • (25) En el período 2002-2003, Jean Ziegler fue Relator Especial de la Comisión de Derechos Humanos para el derecho a la alimentación.

  • (26) Ver Pierre-André Taguieff, La Judéophobie des Modernes, op. cit., p. 44 a 52.

  • (27) Ver Afasané Basir Pour,  “Jean Ziegler dénoncé par Israël et désavoué par l’ONU”, Le Monde, 1 de octubre de 2003, p. 3.

  • (28) Jean Ziegler, Les Nouveaux Maîtres du monde et ceux qui leur résistent, París, Fayard, 2002, p. 17, 122, 123. Sobre las actividades de propaganda de Jean Ziegler en la ONU y en otros lugares, ver Pierre-André Taguieff, Prêcheurs de haine, op. cit., p. 520-522 (notas 40 y 44), 630 (nota 37), 917 (nota 51), 940 (nota 7). Ver Michael Prazan, Adrien Minard, Roger Garaudy, op. cit., p. 15, 17, 192-194, 197-198, 295-296. Ver Malka Marcovich, Nouveau Conseil des Droits de l’Homme de l’ONU. Un laboratoire de haine. La route vers Durban 2-2009, informe preparado para la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo (LICRA), 22 de mayo de 2007.

  • (29) Ver Pierre-André Taguieff, Prêcheurs de haine, op. cit., p. 520-521.

  • (30) Ver Pierre-André Taguieff, Prêcheurs de haine, op. cit., p. 88-89, 475 (nota 23), 780-781 (y la nota 428), 786-787. Ver Laurent Duguet, “La haine raciste et antisémite tisse sa toile en toute quiétude sur le Net”, Les Études du Crif, No. 13 de noviembre de 2007, p. 10 a 13.

  • (31) Ver el artículo de Nicolas Weill en Le Monde del 20 de abril de 1996: “L’abbé Pierre soutient les aberrations négationnistes de Roger Garaudy”.

  • (32) Ver, Bernard Kouchner, “Mon père, je t’écris ces mots parce que j’ai un devoir d’affection”, Le Monde, 30 de abril de 1996 (carta publicada después del anuncio del apoyo del Abbé Pierre a Garaudy).

  • (33), Jean-Pierre Tuquoi, “À Rabat, Richard Robert dit être un bon musulman, pas un terroriste”, Le Monde, 10 de septiembre de 2003, p. 5. Condenado a cadena perpetua, François Robert se convirtió al catolicismo en la cárcel. Fue extraditado a Francia a mediados de mayo de 2012.

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