EL METRO DE BOGOTÁ, PRÓXIMA PARADA: LICITACIÓN

Ahora, cuando la movilidad de la ciudad ha colapsado, ¿estamos cerca de concretar la construcción de la primera línea del metro?

El metro de Bogotá. Próxima parada: licitación

Desde la destrucción del tranvía, en el ‘bogotazo’ de 1948, y la desaparición de los buses eléctricos ‘Trolis’; el metro de Bogotá parecía más una discusión burocrática que una realidad técnica. Ahora, cuando la movilidad de la ciudad ha colapsado, ¿estamos cerca de concretar la construcción de la primera línea del metro?

Enrique Saavedra Valdiri
Enrique Saavedra Valdiri

Por Enrique Saavedra Valdiri

Diciembre 28 de 2014

Después de sesenta años de discusiones y numerosos estudios preliminares, el proyecto para la construcción del metro de Bogotá parece haber llegado a una fase irreversible.

La entrega, en octubre pasado, por parte del consorcio L1, de los estudios de ingeniería básica avanzada y de los diseños de la primera línea, despejó muchos interrogantes sobre la construcción y operación del proyecto de infraestructura más ambicioso en la historia de la ciudad.

Será subterráneo y eléctrico. El trazado de la primera línea irá desde la calle 127 con carrera 9 hasta el portal de las Américas, con una longitud de 27 km, recorriendo la ciudad de nororiente a suroccidente, a lo largo de 27 estaciones.

Proyecto del Metro de Bogotá
Proyecto del Metro de Bogotá

Definidos los diseños, sigue la licitación de la obra para seleccionar al contratista. En el presente año, a instancias del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), deberá adjudicarse y suscribirse el contrato para que, durante el primer trimestre de 2016, se inicie la construcción. Si los plazos se cumplen, el metro de Bogotá iniciaría operaciones en 2021.

El propósito de la Alcaldía Mayor de Bogotá es iniciar simultáneamente la construcción de dos obras accesorias, como el cable aéreo de Ciudad Bolívar, y el tren de cercanías que comunique a la capital con los municipios de Soacha y Facatativá.

El costo de la primera línea del metro se calculó en $15 billones (similar al presupuesto anual del Distrito Capital), y sería financiado con un aporte del gobierno nacional hasta del 70% (unos $10,5 billones), y el 30% restante ($4,5 billones), con recursos del Distrito, dependiendo del documento CONPES (Consejo Nacional de Política Económica y Social) acordado entre ambos gobiernos.

La principal fuente de financiación para el Distrito será el endeudamiento. El Concejo de Bogotá, dentro del presupuesto anual para el año 2015, autorizó un cupo de crédito de $2,4 billones para el metro y otros proyectos de transporte. Los recursos faltantes saldrán de la contribución por valorización de los predios beneficiados con la obra. Aún está en veremos la creación de la entidad que administrará la construcción y operación del metro, debido al desacuerdo que, sobre su naturaleza y funciones, existe entre la alcaldía y el Concejo.

Tranvía en Bogotá. 1892
Tranvía en Bogotá. 1892

Características del Metro de Bogotá. El metro transportará cerca de 60 mil pasajeros hora/sentido sin ocupar ningún espacio en la malla vial, superando así la capacidad operativa de Transmilenio que, en la actualidad, transporta 50 mil pasajeros hora/sentido, ocupando uno o dos carriles de las principales troncales de la ciudad. El metro transportaría un total de 800 mil pasajeros al día. Sin embargo, según la Secretaría de Movilidad, en Bogotá se producen cerca de diez millones de desplazamientos diarios, cifra que indica la importancia de la integración y articulación del metro con los demás sistemas de transporte público.

Contará, además, con cincuenta trenes, cada uno con siete vagones y una capacidad para dos mil pasajeros. Al funcionar con electricidad, se evitará la emisión de gases contaminantes, así como la dependencia de los hidrocarburos. Al ser eléctricos, los trenes no tendrán conductores sino que serán operados desde el puesto central de control, ubicado en la Avenida Boyacá con Primero de Mayo. En caso de que éste falle, habrá tres puestos alternos (Usaquén, Hortúa y Chicalá) para garantizar la continuidad del servicio.

Las estaciones serán de tres tipos:

  • 17 estaciones de paso, sencillas, sin conexión con otros modos de transporte
  • 7 estaciones de transferencia, con conexión a Transmilenio o al tren de cercanías
  • 3 estaciones especiales, conectadas con varios sistemas de transporte
Visualización del metro
Visualización del metro

Será subterráneo, operará a 22 metros por debajo del suelo, y con ello no será vulnerable a las protestas y paros, que eventualmente afectan la operación de Transmilenio. Además garantizará las especificaciones sismológicas y sismo resistentes necesarias, de acuerdo al riesgo de los suelos de Bogotá.

La intervención en las excavaciones generará proyectos de renovación urbana en distintos sectores de la capital, ofreciendo la posibilidad del mejoramiento y aprovechamiento del espacio público adyacente.

Metros latinoamericanos. El proyecto de construcción de la primera línea del metro de Bogotá, busca ofrecer un sistema de transporte con estándares de comodidad y eficiencia, en comparación con otros sistemas de la región, aprovechando la alta densidad demográfica que tiene la ciudad.

En comparación con los principales sistemas de metro existentes en América Latina, el de Bogotá ofrecería un buen aforo de pasajeros, disminuiría los tiempos de transporte, incrementaría la competitividad internacional de la ciudad, y sería amigable con el medio ambiente:

CIUDAD LONGITUD (KM) PASAJEROS  DÍA (MILLONES) LÍNEAS
México D.F. 225,9 6,1 12
Sao Pablo 74,2 5,14 5
Buenos Aires 52 2,12 6
Bogotá 27 0,8 1
Lima 34 0,25 1

 

CONCLUSIONES

  • Con los diseños definitivos, el aval del Concejo Distrital, y la firma del documento CONPES, quedará zanjada la discusión sobre la conveniencia y la financiación del metro de Bogotá. La capital es la única ciudad del mundo, con 8 millones de habitantes o más, sin un sistema de metro.
  • Los diseños aprobados responden a las necesidades de la actual crisis de movilidad. Durante mucho tiempo, la actual administración de Bogotá pensó en un ‘metro o tren ligero’, que operara en la superficie, aún en contra de la experiencia de ciudades como Lima y Medellín, que evidencian una afectación urbanística y de la calidad de vida de su entorno.
  • Bogotá no se repone del saqueo del ‘carrusel de la contratación’ durante la alcaldía de Samuel Moreno. Si la Fase III de Transmilenio, estimada en $1.2 billones, tuvo un 30% de sobrecosto, y paralizó la ciudad por cuenta del reparto de ‘coimas’ y ‘mordidas’, tanto más tentaría al bolsillo de nuestros burócratas un proyecto 12 veces más cuantioso como lo es el metro. Si no se establece una veeduría del más alto nivel, esta obra podría tener un desenlace similar.
  • La ciudad, al priorizar la construcción del metro, deberá postergar otras necesidades, como la culminación de las fases proyectadas de Transmilenio, la reparación de la malla vial, y la seguridad ciudadana. Habrá menos recursos para lo demás, pero tampoco podrá desatenderse.

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