HAY QUE REACCIONAR CON CONTUNDENCIA O PERDEMOS EL PAÍS

Hay que reaccionar con contundencia o perdemos el país

A esa clase corrupta politiquera le conviene solidarizarse en pro del país democrático en esta hora crucial, porque de perder el país, no solo perderían entonces sus prebendas

Por Ricardo Mario Lafaurie.

Mayo 10 de 2016

¡Cuánto hemos afirmado que el traidor de Santos está enterrando a Colombia en una guerra civil de impredecibles consecuencias! ¡Da horror y espanto ello!

Lo que han estado tejiendo bandoleramente con las Farc acerca de la falsa restitución de tierras, así como de la reparación a las víctimas, es la osadía más canalla y virulenta que se ha podido urdir en toda nuestra historia republicana.

Más allá de aceptar somos un país de bandidos y corruptos hasta los tuétanos, – y que esos que se jactan de democráticos son autocráticos – todos, a excepción de los comunistas, estamos obligados a hacer un alto en el camino por el bien de la Patria.

A esa clase corrupta politiquera le conviene solidarizarse en pro del país democrático en esta hora crucial, porque de perder el país, no solo perderían entonces sus prebendas sino, que, mucho más, lo que se vendría sería una matazón cruel inédita e inaudita de la que no se escaparían si se deja que nos entierren nuestra Patria en el bandidaje canalla del comunismo-narcoterrorista.

De manera que no se sigan creyendo en mermeladas bandoleras como para creerse forrados con patentes de corso. Desde luego, con un re direccionamiento nacional en cabeza de un imperio de la ley fuerte, imparcial y efectivo basado en una profunda reforma a la justicia, perderían tantas prebendas ante un país que hay que reordenar imperiosamente. Las Farc-Eln son grupos excluidores y dentro de sus huestes solo caben sus mafias.

Un país que al través de su historia nos hemos jactado de civilistas aún en medio de tanta deficiencia institucional y de apuestas, hoy estamos abocados a la gran prueba republicana frente a un proceso de paz espurio y fraudulento, que solo está conduciendo ya inequívocamente a la entrega del poder al comunismo-narcoterrorista. Los verdaderos enemigos nacionales”

Nuestros gallardos militares no son golpistas. Y lo demostrarán, esperamos. No se han dejado someter por las huestes de maldad, ni son ningunos pendejos.

Hay que re direccionar el país para no perder nuestras libertades, de cara a nuestra Democracia, así cueste lo que cueste.

Demostremos entonces, que no somos un país de pendejos.

Aceptemos nuestra realidad de hoy y actuemos con contundencia.

Mano dura, es la hora.

(sic) Empresario – Analista Político y Económico Internacional