LA JUSTICIA ES SELECTIVA EN COLOMBIA

Henry Lozano soporta con estoicismo toda la andanada de injusticias que la Fiscalía cometió –y sigue cometiendo- en contra suya. Pero lo que más le preocupa son las decenas y decenas de familias que se han visto afectadas por esta “vida propia” que tiene el proceso

La justicia es selectiva en Colombia

Henry Lozano soporta con estoicismo toda la andanada de injusticias que la Fiscalía cometió –y sigue cometiendo- en contra suya. Pero lo que más le preocupa son las decenas y decenas de familias que se han visto afectadas por esta “vida propia” que tiene el proceso

Ricardo Puentes Melo
Ricardo Puentes Melo

Por Ricardo Puentes Melo

Junio 04 de 2014

Una de las cosas más sorprendentes en este país es la ausencia de justicia. Asesinos y secuestradores se convierten en alcaldes y gobernadores mientras una mujer que roba una bolsa de leche para alimentar a sus hijos debe pagar 10 años de cárcel en lamentables condiciones, amén de que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar se apodera de sus hijos para darlos en adopción a cambio de propinas para ciertos funcionarios.

No faltará quien asegure que la humilde mujer, a pesar de que haya robado por hambre, merezca esa pena tan dura, y que quienes hayan asesinado, masacrado y secuestrado, si lo hicieron por “razones humanitarias”, merecen perdón y olvido, la Cruz de Boyacá y cierto número de curules y millones de dólares en sus cuentas bancarias.

¿Pero cuando a un inocente le descargan todo el peso de la ley, lo apresan injustamente y le embargan sus bienes no sin antes someterlo al escarnio público en los grandes medios, qué otra cosa podemos sentir sino físico espanto..?

Así le sucedió a Henry Alberto Lozano, un hombre de empresa que lleva 31 años desarrollando programas de vivienda para las clases menos favorecidas. Tres décadas en las cuales ayudó a más de 6.000 familias regalando lotes, escuelas, hogares geriátricos, lotes para iglesias, sirviendo de consejero, montando comedores comunitarios, auxiliando a los más necesitados.

Precisamente, cuando estaba haciendo gestiones para concretar el sueño de construir una universidad en la Localidad de Suba, en Bogotá, en un lote que él había donado, miembros de la Fiscalía le allanan su casa atemorizando a su esposa e hijos y revolcando todo, destruyendo y preguntando afanosamente “¿dónde están los millones de dólares..??!!, dónde están los lingotes de oro..??!!”.

Henry Lozano, que además de ser un hombre caritativo tiene una cara de buenazo que le hace honor a su trayectoria de servicio a la gente más humilde, debe recordar con espanto ese 14 de febrero de 2008 cuando empezó el itinerario de sus angustias por cuenta de la justicia colombiana.

Henry conocía desde sus tiempos universitarios a Darío Cuervo. Es él quien años después, en 2001, le presenta a Carlos Arturo Naranjo Marín quien dijo ser ciudadano residente español de origen colombiano. Naranjo le dijo a Henry Lozano que se dedicaba a comerciar con autopartes en España pero que deseaba regresar a su patria natal para incursionar en el negocio de la construcción. Así que en 1999 Henry le vende el primer lote.

Henry Lozano, víctima del injusto sistema judicial en Colombia
Henry Lozano, víctima del injusto sistema judicial en Colombia

En el 2001, luego de otros lotes vendidos, Carlos Arturo Naranjo desaparece del mapa y le queda debiendo a Henry Lozano 103 millones de pesos. Henry ni se entera cuando en octubre de 2006 mueren asesinados José Fernando Patiño Quiceno y José Duván Marín a manos, aseguraron las autoridades, de Carlos Arturo Naranjo, cuñado del primero y medio hermano del segundo. La Fiscalía y la Policía inician investigación porque tienen pruebas de que Naranjo Marín es un peligroso narcotraficante que trabaja para Wilber Alirio Valera, alias “Jabón”.

Tampoco Henry Lozano supo nada de la detención de quien lo había robado, Carlos Arturo Naranjo, en diciembre del 2007 cuando lo atraparon en España con 1.500 kilos de cocaína.

Sin embargo, el mismo día que allanan la casa de Lozano y lo capturan, en febrero de 2008, en todos los grandes diarios del país y España sale la noticia de que una gran banda de narcotraficantes que lidera Carlos Arturo Naranjo acababa de ser desmantelada por la Unidad de Lavado de Activos de la Fiscalía.

Henry Lozano sale encabezando la lista de detenidos. La prensa lo sacrifica, su familia es vilipendiada por vecinos y amigos, sus

Facsimil de una de las noticias de la epoca donde la prensa crucificó sin prueba alguna a Henry Lozano
Facsimil de una de las noticias de la epoca donde la prensa crucificó sin prueba alguna a Henry Lozano

hijos son señalados como “hijos del narco” en sus lugares de estudio. Todos le dan la espalda a la familia de Henry Lozano y son tratados como si sufrieran de la bíblica lepra. La vida se ensaña con ellos.

A los pocos días de que capturan a Henry Lozano, la Fiscalía colombiana envía una delegada a España para que interrogue a Carlos Arturo Naranjo. Este les dice la verdad: que conoce a Henry porque le compró unos lotes, pero que no son amigos ni nada, y que no tiene vínculos con el negocio de la droga y el lavado de activos. La Fiscalía le pregunta a Naranjo por qué en las fotos de su matrimonio con Natalia Jimena Osorio Loaiza no aparece Henry Lozano, y Naranjo les vuelve a responder: Sencillo, a mi matrimonio fueron mis amigos. Henry Lozano no fue porque no tenemos ni siquiera un vínculo de amistad.

Sin embargo, pese a que la Fiscalía no tenía ninguna prueba de que los bienes de Henry Lozano no provenían de actividades ilícitas y que tampoco se había tipificado el delito de testaferrato ya que él no tenía bienes a su nombre de propiedad de Naranjo sino que, al contrario, Lozano le había vendido a Naranjo y éste le había quedado debiendo 103 millones de pesos, le inician proceso de extinción de dominio de todos los bienes de la familia.

Mientras la esposa e hijos de Henry quedan en la calle, y transcurridos seis meses en prisión, él llama a la fiscal de entonces y le pregunta por las pruebas que habían servido para su detención. La Fiscal le dice “Mire, le vamos a clavar 22 años.. lo único que puede hacer usted para salvarse es colaborar con la justicia para que le rebajemos la pena a la mitad.” Henry, aterrado, más por la situación de abandono de su familia que por el peligro que corre en la cárcel, le contesta a la Fiscal que él no tiene nada que ver en esos delitos, que no puede confesar algo que no ha hecho ni sobre lo que no ha sido testigo, que no sabe quién realmente es Carlos Arturo Naranjo ni tiene conocimiento de sus andanzas. Pero la Fiscal es inflexible y salvaje. Le reitera que la única manera es que confiese lo que sea sin importar si es inocente o no.

Le dijo: “Quien tiene que demostrar su inocencia es usted, Lozano. Puede hacerme llegar un estudio financiero de cómo llegó a adquirir sus bienes, pero un estudio de esa naturaleza cuesta muchísimo dinero, lo mejor que puede hacer es confesar….”

Henry sacó de donde no había y pagó el estudio financiero. Aportó pilas y pilas de pruebas de su inocencia. Hasta que la justicia no tuvo más remedio que dejarlo en libertad, a pesar de que la Fiscalía apeló cuantas veces pudo para mantenerlo tras las rejas.

Detalle de la resolución donde se precluye la investigación contra Henry Lozano y se ordena dejarlo en libertad
Detalle de la resolución donde se precluye la investigación contra Henry Lozano y se ordena dejarlo en libertad

Al parecer, la presión de algunos políticos que detestaban la labor social de Henry Lozano ya que no podían aprovecharla, jugó bastante en las decisiones de la Fiscalía. Pero contra la verdad no pudieron hacer nada y, después de un año encarcelado injustamente, Henry queda libre.

Pero la Fiscalía le tenía otra sorpresa. Sus bienes, a los que le iniciaron extinción de dominio, no le serían regresados. La Fiscal 16 especializada, Martha Lucia Segovia Quintero, de la unidad Nacional para la extinción del derecho de Dominio y contra el lavado de activos, le dice a Henry Lozano que sus bienes forman parte de otro proceso “que tiene vida propia” y que debe esperar con paciencia a que esa “vida propia” transcurra.

Hoy, con problemas financieros graves, Henry Lozano soporta con estoicismo toda la andanada de injusticias que la Fiscalía cometió –y sigue cometiendo- en contra suya. Pero lo que más le preocupa son las decenas y decenas de familias que se han visto afectadas por esta “vida propia” que tiene el proceso.

Son familias muy humildes a las que Henry ayudó y que compraron varios lotes dentro de un terreno al que la Fiscalía le aplicó extinción de dominio. A pesar de que la Fiscalía sabe por providencia judicial que los lotes son bien habidos y que su legítimo dueño es Henry Lozano, parece que poco importa eso al sistema judicial.

Recuerdo que Pedro Gómez quien, a diferencia de Henry Lozano, sí se asoció con un narco, Marco Antonio Gil “el papero”, para construir el Unicentro de Villavicencio y otras unidades. A él la Fiscalía ni lo allanó ni le hizo extinción de dominio. Ni siquiera se atrevió a llamarlo a indagatoria. Pero como Henry Lozano no es millonario, ni construye para los poderosos, ni tiene amigos políticos, no solamente lo meten preso un año sino que lo dejan en la calle tomándole el pelo con la restitución de los bienes que legítimamente le pertenecen.

A Pedro Gómez le conceden el principio de la inocencia; a Henry Lozano le aplican la presunción de culpabilidad. A Pedro Gómez ni lo tocan; a Henry Lozano le allanan violentamente su casa, lo sacan esposado, lo hunden en una celda y ahora le tienen sus viene en exticnión de dominio, a pesar de que quedó totalmente demostrada su inocencia, y no precisamente gracias a la Fiscalía sino a sus propios esfuerzos para demostrarla.

La justicia en este país seguirá siendo selectiva. Pareciera que en la rama civil también funcionara la ley del dinero en la cual a quien lo tiene se le concede la presunción de inocencia mientras a quien no lo detenta ni lo ofrece se le aplica la tenaza del abuso judicial.

¿Será que el Fiscal General Montealegre será capaz de salir en televisión pidiéndole perdón a Henry Lozano..? Lo dudo. Para los colombianos es tan natural la injusticia como para el gobierno las masacres de militares y policías a manos de los terroristas.

Así que Henry Lozano debe prepararse porque esos seis años que lleva luchando y en la ruina se le pueden duplicar. Y que se preparen las decenas de familias humildes afectadas por el mismo proceso.  A menos que tengamos un gobierno realmente preocupado por la justicia y los derechos de los más humildes.

Ojalá.

@ricardopuentesm

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