LA RENUNCIA FORZADA DE RICARDO PUENTES AL CENTRO DE PENSAMIENTO PRIMERO COLOMBIA

El CPPC intentó silenciar al hombre que encontró a Edgar Villamizar, y que ha defendido muchas personas que son miembros del CPPC a costo de su seguridad personal, familiar y jurídica. Ahora el CPPC lo lanza sin un peso a la cuneta. No lo necesitan más

La renuncia forzada de Ricardo Puentes al Centro de Pensamiento Primero Colombia

Al hombre que ha defendido muchas personas que son miembros del CPPC a costo de su seguridad personal, familiar y jurídica ahora el CPPC lo lanzan sin un peso a la cuneta. No lo necesitan más.

Annette Tessman
Annette Tessman

Por Annette Teßmann (Desde Alemania)

Diciembre 23 de 2014

No se puede estar de acuerdo con el simple hecho de que Ricardo Puentes queda como un daño colateral de la “alta política“, porque él no es político sino periodista investigativo, y sin duda estaba muy bien venido y aplaudido cuando sus descubrimientos eran convenientes y con alta concordancia a la corriente política del CPPC. Tampoco Ricardo es una personalidad comparable con Pacho Santos quien como político conoce los juegos de la “alta política” y está aguantando voluntariamente las consecuencias y desprecios para el “bien mejor” que ha venido desde sus propias filas.

Desde mi punto de vista Ricardo ha desarrollado su trabajo desde libretista hasta periodista investigativo con creciente tinte político. Ha expresado sus conclusiones, que se puede o no compartir, y se ha dedicado de manera abnegada en favor de la construcción de una política colombiana que él está compartiendo con la hoy llamada oposición política a la que pertenece el CPPC.

Ha defendido sus conclusiones con todas sus palabras, con buenos escritos y con documentación probada, y con la expresión de sus amplios conocimientos de la sociedad colombiana de las últimas decenas de años, hasta sus palabras que no conocen ni diplomacia ni clemencia.

Todo eso lo digo con solidaridad ante la precaria situación que está padeciendo su familia desde hace años ya. Lo digo como amiga muy crítica que siempre fui y seré. Cuando lo he cuestionado fuertemente me ha sorprendido gratamente su disposición de aclarar las cosas. Me ha dado la cara y lo hizo con una honestidad implacable. A pesar de nuestras diferencias en algunos puntos quiero expresar mi gratitud por compartir conmigo características que tenemos en común como esa de poder acallarnos nunca y no asumir otro camino diferente a pronunciarnos sin omitir nada y enseguida nuestro deseo de solucionar las cosas de manera mejor posible.

Ricardo Puentes en la presentación del libro "Perafán, biografía no autorizada del Capo del Cartel de Bogotá"
Ricardo Puentes en la presentación del libro “Perafán, biografía no autorizada del Capo del Cartel de Bogotá” (Foto Periodismo Sin Fronteras)

En relación con lo mencionado tengo que repetirlo públicamente. Una cosa es la obligación de atender acusaciones graves y llevarlo ante la justicia. Otra cosa es la ponderación en lo que se basa esa acusación. Me enteré demasiado tarde que la acusación del doctor Villamizar se basa en una página del internet que ni siquiera ofrece la identidad de la persona que la ejerce. En los tiempos donde cada persona podría abrir una página en el internet y escribir lo que le da la gana sin ofrecer prueba o documentación alguna, pienso que -especialmente funcionarios públicos- deben tener el debido cuidado con la información ofrecida allá.

Tampoco me parece adecuada la manera como el doctor Villamizar contestaba a Ricardo en twitter quien con furia, sin duda no demostró su mejor estilo de escribir. Pero una venganza a costo de sus hijos no es justificada y mucho menos cuando ésta viene de un funcionario público, también padre y un hombre de paz. Al doctor Villamizar yo lo invito a llamar a su conciencia. Si él no puede retractarse de su acusación injustificada por razones personales, hay que hacerlo para los niños que ya han sufrido mucho por estar entre ustedes. Con nada se puede justificar la instrumentalización de niños inocentes y indefensos. Los tratamientos médicos forzados ya prueban que a ellos nada malo lo ha pasado. ¿Qué más se necesita sino esta verdad?”

Al Centro de Pensamiento Primero Colombia tengo que preguntarles ¿Qué Centro de Pensamientos son ustedes, donde uno no puede expresar sus pensamientos, donde el pensamiento tiene que estallar a muros porque hay intereses o conexiones personales ?

A mí me parece una vergüenza que una corriente política que pertenece a los “tres huevitos” no tiene fidelidad al huevito de la cohesión social, que tiene que empezar en sus propias filas como ejemplo viviente, especialmente cuando está involucrado el bienestar de los tres niños de Ricardo, un hecho que es bien conocido dentro del CPPC.

No hay necesidad alguna de seguir con un caudillismo que sólo necesita seguidores para repetir opiniones ya conocidas. No hay superioridad de las ideas porque vienen de ciertas personas, y lealtad no significa la adopción de opiniones de personas con cierto poder. Nadie es dueño de la verdad. Y el cuestionamiento de acontecimientos abre debates necesarios, la crítica, así como la autocrítica, impide que personas o grupos caigan en la trampa de la autocomplacencia.

Entiendo que el CPPC, como todas los demás agrupaciones, ejercen su derecho de decidir lo que publican y lo que no. Pero un Centro de Pensamiento que se dirige contra una política y actuación dictatorial a la cubana y venezolana francamente no debería actuar de misma manera cuando se trata de ciertas personas, porque así pierde su credibilidad en su conjunto.

El CPPC intentó silenciar al hombre que fue capaz de encontrar a Edgar Villamizar -el testigo del Palacio de Justicia que nunca fue testigo – (ahora el CPPC lo echa a la basura). El hombre que ha convencido a Edgar Villamizar de testificar ante la Procuraduría General, a pesar del peligro que lo conllevó para ambos, ahora el CPPC no lo necesita más. Al hombre que ha defendido muchas personas que son miembros del CPPC a costo de su seguridad personal, familiar y jurídica ahora el CPPC lo lanza sin un peso a la cuneta. Me quedo sin palabras decentes. Nada se ha cambiado desde el año 2009 ante la necesidad que la familia de Ricardo necesita protección y queda claro que ya no podría venir por parte de la UNP por falta de confianza mutua, para decirlo de alguna manera.

Me acuerdo de un momento donde la familia de Ricardo ha vivido unos de sus peores momentos y fue precisamente Claudia López quien ha expresado su solidaridad y apoyo desde twitter, como también ella lo hizo a Fernando Londoño después del atentado contra él.

Que una fuerte contradictora política tenga más sensibilidad humana que el CPPC habla por sí solo. Menos que esperar una respuesta de Alfredo Rangel o quien sea, que muy probablemente no conduce a ningún lado sino ampliar el escándalo, yo espero una solución que sea aceptable para ambos lados.

La cobardía de forzar su renuncia es inaceptable. Y el silencio también lo es. Con ese silencio están al mismo nivel que Daniel Coronell quien tampoco ha visto necesidad alguna de reaccionar ante el contenido del libro de Ricardo.

Hay actitudes que exceden ciertos límites tolerables y los marcan para siempre.

Sé que ni mi escrito humilde ni la solidaridad en twitter están alimentando los tres niños de Ricardo. Bienvenidas sean las soluciones. SE BUSCA.

Desde Alemania

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