LOS CORTESANOS DE GEPPETTO

La versión criolla de Gepetto, Gustavo Petro, cada vez más con una arrogancia y un despotismo similar al de los reyes monárquicos del absolutismo francés

Sobran pinochos

Rafael Gómez Martínez

Por Rafael Gómez Martínez
Diciembre 24 de 2022

Con el paso del tiempo, no propiamente el de los santos, he llegado a la conclusión que nada más parecido al período conocido como el absolutismo monárquico que los actuales reyezuelos del socialismo bolivariano del siglo XXI, incluido nuestra versión criolla de Gepetto: Gustavo Petro, quien en la medida que avanza su desgobierno y su caos, al igual que Hitler, utiliza su brazo izquierdo para apoyarse sobre el atril mientras gesticula con su brazo derecho las mentiras de Pinocho.

Gepetto, es un personaje de las aventuras de Pinocho, novela de Carlo Collodi, un viejo solitario y carpintero que no tiene hijos y es zurdo y, por esta razón, hace un muñeco de madera: Gepetto, quien construye una marioneta: Pinocho, con el fin de decir las mentiras que él no es capaz de decir.

La versión criolla de Gepetto, Gustavo Petro, cada vez más con una arrogancia y un despotismo similar al de los reyes monárquicos del absolutismo francés.

Tanta mentira, con la reforma tributaria superior a los $ 28 billones que ahora Gepetto nos anuncia la compra de unos aviones franceses mirage Rafale por un monto similar: $28 billones.

¿Para eso era la reforma tributaria? ¿Para la compra de aviones?

Como la memoria es efímera y selectiva, es importante recordar que lo primero que hizo Chávez fue comprar la misma marca de aviones con la diferencia que dejó la comisión de éxito en manos de su hija.

En manos de quién quedará la comisión de éxito del 10%, como diría el ex senador Bolívar.

Eran capaces hasta de mentir; igual que Pinocho, sin sonrojarse: partido conservador

El Gepetto criollo, está traspasando la línea imaginaria para llegar a una dimensión desconocida similar al absolutismo monárquico; como lo fue el caso de Luis XIV, Le roi soleil o de Luis XVI, L´etat c´est moit, este último pasado por la guillotina ante la mirada atónita de sus súbditos quienes no podían creer la dimensión desconocida a lo que habían llegado como revolución.

A su vez, los cortesanos fueron una serie de personajes que aparecían en la corte del Rey. La forma de vida cortesana implicaba que todos, todas y todes giraban en torno a su Rey, Gepetto, y sus príncipes: Maquiavelo Barreras.

Eran capaces hasta de mentir; igual que Pinocho, sin sonrojarse: partido conservador.

Y, eran felices vendiendo el humo del libre desarrollo de la personalidad.

Que todo cambie, para que nada cambie, era el lema revolucionario.

A tal punto que, sus mismos votantes comienzan a darse de cuenta por dónde va la bolita. Como es el caso de la representante del Partido Verde, Catterine Juvinao – ¿renunciará para aspirar a la alcaldía de Bogotá? – por cuenta de la reforma política impulsada por otro Pinocho: el ministro del interior Prada.

Capítulo aparte merece el ministro Ocampo, a quien ya no se le crece la nariz porque no tiene cómo. Entonces, utiliza su sonrisa irónica para el incremento del salario mínimo superior al 16%; el cual producirá una contracción en el consumo general de todos los bienes y servicios produciendo un desempleo superior a los dos dígitos.

Delegados de Petro para las conversaciones con el ELN

Al finalizar el 2023 veremos:

Desempleo: rango 11% – 15%

Inflación: + 12 %.

Tasas de interés:  + 12%.

Tasa de usura: + 41.46%.

Tasa de cambio: rondando $5.000, por momentos por encima, incluso $5.500.

Crecimiento económico: contracción en – 1.5%.

¿Con cuál mentira nos saldrá el ministro Ocampo cuando sus principales indicadores económicos se encuentren en dos dígitos?

Para el 2023: Que Dios tenga misericordia de Colombia.

Puntilla: Mientras tanto, los jovencitos de la primera línea serán las nuevas camisas pardas….

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