RAZONES DE SANTOS

No fue en reinado de simpatía donde nuestro Ministro de Hacienda fue catalogado el mejor de América

RAZONES PARA SEGUIR

Fernando Londoño

Por Fernando Londoño

Se han hecho todos los intentos por llenar de sombras la hazaña de la seguridad democrática. En vano. El ciudadano común sabe que puede recorrer los caminos de Colombia sin esperar el asalto de la guerrilla en cada recodo del camino. En los pueblos más distantes se bendice la presencia de Ejército y Policía suficientes para repeler cualquier ataque.

Los campos se volvieron a poblar de trabajo y de ilusiones. Colombia salió de la página negra de los periódicos del mundo. Los noticieros de televisión no se engalanan, como ayer, con una toma, un asalto, un secuestro, una tragedia. Y esa certidumbre insobornable no se cambia con páginas editoriales que la desmientan ni con acusaciones que la envilezcan.

En este país se volvió a trabajar con fe, con alegría, con entusiasmo. Antes de que al Banco de la República se le ocurriera la pésima idea del aterrizaje suave, veníamos creciendo al siete por ciento anual. A la crisis inducida le cayó encima la de veras, y pudimos sortearla. Y los colombianos quedamos con el gusto por el crecimiento, con la pasión de la prosperidad, con el ánimo suficiente para las grandes hazañas de la productividad.

Nadie le apostaba a la solución de los problemas energéticos. Nuestras exportaciones petroleras y de carbón y las expectativas serias en ese campo son tan grandes, que algún despistado candidato ha propuesto reducirlas. Nos iba quedando grande la grandeza.

Juan Manuel Santos y el presidente Uribe

El campo volvió a sonreír. Un millón de hectáreas incorporadas a la producción se dicen con facilidad. Pero el productor sabe lo que ese esfuerzo le vale, y el consumidor presencia, con estupor primero y ahora con entusiasmo, el inusitado espectáculo de precios estables y oferta abundante.

Colombia ha conseguido una oferta escolar que cubre a todos los niños entre los 6 y los 17 años de edad. La educación básica y media está garantizada para todos. Ya se han inaugurado los primeros tres de decenas de megacolegios para niños pobres, con imponente arquitectura y facilidades que envidiarían los más ricos.

El Icetex financia la universidad de más de 300.000 jóvenes de estratos pobres, a largo plazo e intereses muy módicos. Mientras tanto, solamente el Sena muestra la cifra imponente de siete millones de personas capacitadas en técnicas y tecnologías de todos los tipos.

La salud ha dado el más impresionante vuelco. Más de 20 millones de colombianos fueron cubiertos con este vital servicio y estamos a menos del 10 por ciento de conseguir el que no haya un colombiano al que le falte. Más de 100 hospitales se convirtieron en centros de primera calidad.

Las obras públicas son para muchos el gran lunar de la administración Uribe. Solo que en ocho años se construyeron vías de doble calzada que multiplican por 10 las de toda la Historia. Y se construyeron más puentes que nunca. Y todas las grandes ciudades muestran espectaculares sistemas masivos de transporte, financiados por la Nación.

Estamos inaugurando 10 cárceles que solucionan el problema del hacinamiento, con el que parecíamos condenados a convivir. Las cajas de compensación son ejemplos de desarrollo social y los fondos de pensiones han reunido ahorros por valores gigantescos.

Los niños tienen amparo de un instituto modelo en América.

Todo eso ha sido posible dentro de un manejo riguroso y ortodoxo de las finanzas públicas. No fue en reinado de simpatía donde nuestro Ministro de Hacienda fue catalogado el mejor de América. Y por todo eso, el mundo está de viaje para Colombia. En el estricto sentido del viajero de ocasión y en el más halagador del inversionista, juez inapelable de la confianza que un destino le merece.

Y falta mucho por decir. Solo que no queda espacio. Apenas el indispensable para concluir que por todas estas razones votaremos por Juan Manuel Santos.

Mayo de 2010

Comentarios

Loading Disqus Comments ...
Loading Facebook Comments ...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *