RENUNCIA EL EMBAJADOR RAFAEL AMADOR

Rafael Amador renunció porque los escándalos sexuales en la embajada eran inocultables. Renunció porque una embajada no debe ser utilizada como motel de prostitución ni como arma de control para seducir y coaccionar a que otras personas intercambien favores sexuales

Renuncia el embajador Rafael Amador

Ricardo Puentes Melo
Ricardo Puentes Melo

Por Ricardo Puentes Melo

Octubre 2 de 2013

Lo que menos me imaginaba yo es que después de la renuncia del embajador en Rusia, el señor Rafael Amador, es que el poder gay me acusara de ser el causante de ello, y me señalara con el dedo inquisidor, sin juicio alguno, de ser homofóbico.

No soy homofóbico, señores del poder gay, como lo he dicho en muchas ocasiones. Me parece, eso sí, que esos raros apetitos sexuales son tan escabrosos y disfuncionales como quien prefiere tener sexo con animales o con cadáveres… Pero de ahí a que yo sienta que a todos los que se inclinan por estas cosas haya que enviarlos al cadalso, hay mucho trecho.

Rafael Amador renunció porque los escándalos sexuales en la embajada eran inocultables. Renunció porque una embajada no debe ser utilizada como motel de prostitución ni como arma de control para seducir y coaccionar a que otras personas intercambien favores sexuales a cambio de algo que una embajada está en la obligación constitucional y moral de hacer.

Rafael Amador renunció porque era lo único que podía hacer para evitarles más inconvenientes a sus padrinos políticos Samper, Serpa y el mismo Santos. No había más salida (ver: https://www.periodismosinfronteras.org/marikostroika-santista-en-moscu.html )

Rubén Darío Flórez Arcila, Rafael Amador y María Claudia Parias Durán, directora de la Orquesta Filarmónica de Bogotá hasta hace poco
Rubén Darío Flórez Arcila, Rafael Amador y María Claudia Parias Durán, directora de la Orquesta Filarmónica de Bogotá hasta hace poco

Es que él había sacrificado las enormes posibilidades de negocios e intercambio tecnológico con industriales rusos (alejados de la ideología marxista, hay que decirlo) que lucharon durante mucho tiempo para que el embajador Amador les pusiera algo de cuidado. Pero no, Amador estaba más dedicado a satisfacer sus instintos que a desempeñar su trabajo como embajador de Colombia en otra nación.

Si sus asesores Rubén Darío Flórez Arcila, Jaime Olaya Amado y la eterna funcionaria rusa, Natalia Vladimirovna Rodyguina, no han renunciado, deberían seguir el ejemplo del señor Rafael Amador.

Ojalá que el camarada presidente Santos y la canciller Holguín no sigan usando al Estado como si fuera su alcancía para pagar favores y comprar conciencias.  Que por una vez dejen de poner a sus amigot@s y compadres en cargos cuyo objetivo deber ser para el beneficio de la nación, no de sus carnalidades.

@ricardopuentesm

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