RESPUESTA AL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD MILITAR

Yo estoy en respetuoso desacuerdo con usted, General Herrera. Los terroristas deberían, en mi humilde concepto, pagar sus delitos con cárcel y, en caso de que sea necesario indultarlos, jamás deberían ser premiados como se les está premiando

RESPUESTA AL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD MILITAR, GENERAL HERRERA BERBEL

Por Ricardo Puentes Melo

Diciembre 7 de 2010

Respetado General Herrera Berbel. Lamento mucho haberme demorado en responder su exigencia para que yo rectificara mis comentarios en la nota titulada “A LA UNIVERSIDAD MILITAR SÓLO LE QUEDA EL NOMBRE”; para serle franco, después de esa andanada de insultos de grueso calibre y amenazas provenientes de un grupillo de alumnos azuzados por el vicerrector Bravo Silva, el mayor Cadena y usted mismo, debe comprender, general Herrera, que después de un ataque de ese tipo uno queda como quedan los pueblos después de ser destrozados por los amigos de Plotter, es decir, totalmente aniquilado.

Pero como le prometí a usted personalmente, ya recuperado de ese feroz ataque estudiantil, procedo a cumplir mi palabra.

General Herrera Berbel, rector de la Universidad Militar Nueva Granada

EN PRIMER LUGAR. Dice usted que yo agravié el buen nombre y la dignidad de altos funcionarios del Estado, y que vilipendié a dirigentes de “Estados extranjeros” (página 1 de su escrito). ¡Dios me libre, general…! Y si lo hice, le ruego que me perdone, y que disculpe mi atrevimiento. Mal haría yo en agraviar el buen nombre de nuestros altos funcionarios y el de sus nuevos mejores amigos.

Menciona también (páginas 2 y 3) que yo lo ataco a usted personalmente por decir que usted ha nombrado guerrilleros en puestos donde jamás ha debido ser nombrado alguien así, es decir, en la Facultad de Estrategia y Seguridad. Y se molesta también porque escribí que usted “ha cometido toda clase de atropellos”. Le explicaré por partes, general Herrera.

Primero, usted sí nombró a Fernando Giraldo como Decano de la Facultad, y usted mismo lo reconoce. Ahora, si sabía o no que Giraldo era del EPL, eso ya no puedo asegurarlo. Por otro lado, habría que preguntar en la Javeriana por qué le solicitaron su renuncia, si es que son ciertas las afirmaciones en ese sentido. A continuación podrá ver la certificación respecto al Dr. Fernando Giraldo:

Certificación de Fernando Giraldo como negociador del EPL

 Segundo, quienes dicen que usted “comete toda clase de atropellos” son integrantes de la comunidad universitaria. Ellos denuncian cosas extrañas en contrataciones en Cajicá, despidos sin justa causa, renuncia forzada utilizando el engaño (como el caso del coronel Gantiva Arias) toma de decisiones unilaterales y déspotas por parte suya (como el caso de la cancelación de la fiesta de fin de año de los estudiantes de Derecho), y atropellos como los que denunció públicamente el Sr. José Alberto Bartels Martínez, quien manifestó que fueron sacados a empellones de la universidad por orden suya, señor General, y agredidos físicamente por los soldados que usted envió para impedirles a un grupo de estudiantes que ingresaran de nuevo a la universidad Militar; luego –sigue diciendo el sr. Bartels- usted salió y “la emprendió a gritos con los estudiantes presentes”. Otros de los atropellos de que hablan en la universidad, y los cuales no soy yo quien los descubre, son:

Irrespeto Oficial en actividad. Aseguran mis fuentes que desde la fundación de la Universidad Militar, el Ejército Nacional siempre ha destinado a un Oficial superior en comisión del servicio para que ejerza como Secretario Privado de la Rectoría. Ese Oficial, que por lo general ha sido un hombre destacado en combate, se le ofrece ese puesto como un estímulo a sus servicios a la patria. Hasta que usted llegó a la rectoría, ese Oficial era la cara de la presencia uniformada de la Universidad, en concordancia con el nombre de la misma.  Aseguran mis fuentes que usted, señor General Herrera, decidió romper con esa tradición de años y relevó del cargo al Oficial disponiendo irregularmente que él se desempeñara como una especie de jefe de celaduría de seis personas no uniformadas, contrariando las disposiciones específicas del Ejército Nacional. Aseguran que usted reemplazó al Oficial por una dama uniformada, con grado de Sargento Primero, y quien había sido su secretaria años atrás, en la Escuela Superior de Guerra. Ese Oficial, de apellidos Polanía Ducuara casi no es llamado a curso para ascenso a grado de Teniente Coronel, pero gracias a Dios consiguió su traslado y es un estudiante aventajado a quien, debo aclararlo, no conozco; eso me dicen mis fuentes.

Para resumirle a qué me refiero con los “atropellos”, mis fuentes aseguran que usted, Mayor General Herrera Berbel, ha retirado o provocado el retiro de la Universidad, de diez Oficiales que habían decidido seguir sirviendo a la patria a través de la educación. Aseguran que de los Oficiales antiguos hoy solamente queda allí un grupo muy pequeño entre los que está el vicerrector general, cuya edad de retiro forzoso se aproxima; el señor General Bravo Silva, vicerrector administrativo, compañero de curso suyo, y quien fuera quien animara a los estudiantes a insultarme; dos Coroneles, uno de ellos también compañero de curso suyo,  y otros pocos que están en la parte administrativa.

El más delicado de esto “atropellos”, si me permite decirlo, es –en mi humilde juicio- el despido de un militar lleno de honores y victorias, como el Mayor General Hernando A. Ortiz Rodríguez, quien comandó la recuperación del Caguán una vez se rompió el “diálogo” entre Pastrana y los bandidos.  Él fue quien salvó a Bogotá de ser tomada por la guerrilla de las FARC mientras el presidente Pastrana dialogaba en el Caguán. También dirigió aquella Operación Libertad (durante el gobierno de Uribe) donde se dio de baja al bandido “Buendía”, el poderoso jefe del Comando Conjunto Occidental de las FARC, en la primera gran operación verdaderamente “estratégica” del Ejército Nacional, y que daría pie para la muerte de Jojoy, como señalan algunos analistas. El General Ortiz Rodríguez, para quienes no lo sepan, fue segundo comandante del Ejército y comandante de la gloriosa FUDRA (Fuerza de Despliegue Rápido), con la cual asestó un contundente golpe a la guerrilla ya que les truncó un trabajo de infiltración que había durado más de 10 años. Gracias a Ortiz Rodríguez –y otros oficiales, por supuesto- las FARC perdieron los nombres de enlaces valiosos en Bogotá que ya estaban infiltrados en sindicatos, concejos municipales y universidades, puestos claves para organizar secuestros y otros delitos. Ortiz les dañó la fiesta a los guerrilleros.

Y fue a este General Ortiz Rodríguez a quien usted, General Herrera, decidió declarar insubsistente porque el héroe del FUDRA protestó por el trato dado a los militares en retiro al servicio de la universidad Militar. Ortiz Rodríguez pasó su renuncia en términos que a usted no le agradaron –está en todo su derecho de no agradarle, claro que sí- y como no quiso cambiar los términos de ella, usted lo declaró insubsistente y nombró a Fernando Giraldo, guerrillero del EPL, como Decano de la Facultad de Seguridad y Estrategia. Saca a un héroe y nombra a un terrorista del EPL que, con todos sus PhD y sus títulos académicos, perteneció a un grupo de hampones que sembró de horror y sangre a nuestra patria.

Usted asegura que no sabía del pasado de Giraldo. Y hay que creerle. Pero me gustaría preguntarle, General Herrera, cómo es posible que usted, que estuvo trabajando en la Oficina del Comisionado de Paz, haya ignorado que Giraldo había sido nombrado negociador ante el gobierno nacional por el EPL y el Partido Comunista.

Hasta aquí, señor General Herrera, no hay cabida para su protesta y su afirmación de que lo dicho por mí son “falacias, ignominias, descréditos y ataques”, “infames y arteros lancetazos de engaño y mentira como los que difundió usted sin fundamento, verdad ni razón alguna..” (Páginas 2 y 3).

SEGUNDO: Jamás he dicho que usted sea “marxista, renovador de la tercera vía, atropellador y chavista” (pág 3 de su oficio). Le ruego que me señale en qué parte lo hice.

TERCERO: Me acusa de haberlo condenado a muerte a usted y a su familia debido a mi escrito sobre la universidad (página 4 de su oficio). Con el mayor de la consideración y respeto, lo invito a que no exagere. Si decir que usted nombró a un ex guerrillero del EPL como Decano es condenarlo a muerte, le suplico que me diga quién tendría interés en asesinarlo. ¿Tal vez la “extrema derecha”, como usted me califica a mí y a quienes nos preocupamos por la seguridad de la nación…? ¿Quiere usted decirme que yo estoy detrás de algún plan para asesinarlo..? Si eso es lo que piensa, General Herrera, tranquilícese. Yo jamás he matado a nadie ni he sido responsable por la muerte de niños, soldados, ni ciudadanos colombianos. Nunca he pertenecido a grupos armados al margen de la ley, ni tengo amistad con nadie que sí haya formado parte de ellos. Por el contrario, he sido víctima de ellos y constantemente recibo amenazas por mi oficio como periodista. Es más, una de las últimas amenazas las recibí de su amigo, el chavista Mayor Cadena, y de muchos de los alumnos a quienes usted y el general Bravo (héroe de La Gabarra) azuzaron contra mí. Usted tiene como amigos a guerrilleros desmovilizados e indultados, mientras que yo prefiero la amistad de las víctimas de esos bandidos que ahora, vestidos de PhD y puestos burocráticos, se camuflan para seguir siendo lo que son.

CUARTO: Me exige usted en la página 5 de su oficio, que me retracte de mi afirmación de que la infiltración comunista ha alcanzado a la universidad. Yo lo lamento, General Herrera, pero no puedo retractarme en este punto. Los hechos de que Plotter, Giraldo y Marilú –la de la bomba- hayan entrado a la universidad, son prueba suficiente para mí de tal afirmación.

Usted menciona en la misma página que yo he puesto en riesgo a los estudiantes de sufrir ataques extremistas. Pero le recuerdo, general Herrera, que las directivas de la Universidad fueron quienes pusieron en peligro a esos estudiantes al permitir entrar a Marilú Ramírez. Fue ella quien colocó la bomba, no yo. Precisamente soy yo quien protesta por estas cosas.

Certificación de que Marilú Ramírez estudió en la Militar

Si yo tuviera hijos estudiando en la Universidad Militar, exigiría saber sobre las decisiones de las directivas para permitir que terroristas fueran compañeros de curso o profesores de mis hijos.

QUINTO: En la página 6 de su oficio, usted me pide que rectifique la información relacionada con sus atropellos (cosa que ya hice atrás), y con el nombramiento del PhD Fernando Giraldo  (guerrillero del EPL) como Decano de la Facultad en reemplazo de quien usted declaró insubsistente, el héroe militar General Hernando Ortiz Rodríguez. Aquí está la certificación que asegura la veracidad de lo dicho:

Certificación del nombramiento de Fernando Giraldo como Decano

SEXTO: En la página 7 de su oficio, usted me exige rectificar lo asegurado por mí respecto a que usted vinculó laboralmente al guerrillero de las FARC William Alfonso Forero Pinilla, alias “Plotter”, a la universidad.

En cuanto a esto, como a todo señor toda honra, le doy la razón. Evidentemente Plotter no trabajó (según certificación de la Universidad) en la Militar. Me retracto de esa afirmación errónea.

Sin embargo, General Herrera, usted asegura en su escrito, en la página 7 que: “No conozco a William Alfonso Forero Pinilla”; pero en la entrevista que tuvimos usted me dijo que sí lo conocía y que sabía que era guerrillero. Tanto así que estuvo persiguiéndolo durante tres años. Es más, usted me dijo que él había entrado a su oficina siendo usted Decano de Plotter, y que él le había contado que estaba estudiando allí y que iba por el quinto semestre. Luego, asegura usted, se pusieron a hablar de asuntos académicos.

Mi preocupación por este personaje Plotter, respetado General Herrera, es que –como usted bien lo sabe, ya que lo persiguió durante más de tres años-, el hoy graduado de la Facultad de Estrategia y Seguridad de la Universidad Militar, fue el jefe político del Bloque de las FARC, José María Córdova, el segundo Bloque en importancia de esos bandidos. El Bloque fue responsable del asesinato del gobernador Guillermo Gaviria y del ex ministro Gilberto Echeverri. Plotter, jefe político del Bloque, mantuvo en cautiverio a los suboficiales Víctor Marulanda y José Norberto Pérez, quienes fueron asesinados cuando intentaron escaparse. José Norberto Pérez –se lo recuerdo, General Herrera- era el progenitor del niño Andrés Felipe Pérez, quien murió de cáncer mientras esperaba que su padre fuera liberado por ese bandido que se graduó en la Militar.

Pero hay más. William Alfonso Forero Pinilla, alias “Plotter”, siendo jefe político del Bloque José María Córdova de las FARC, tiene en su consciencia (si es que tiene de eso), la masacre de Bojayá donde fueron asesinadas 119 personas mientras estaban refugiadas en la iglesia del caserío. A estos infames de las FARC no les interesó que allí se encontraran ancianos, mujeres y niños; les lanzaron cilindros bomba que hicieron volar en mil pedazos los cuerpos de los inocentes. El macabro espectáculo de niños desmembrados hizo llorar al recio general Montoya.

En premio por esta masacre, Plotter es nombrado en altos cargos del gobierno y se le otorga una beca en la universidad Militar. Entretanto, las viudas y huérfanos de Bojayá y otros pueblos donde Plotter y sus bandidos sembraron el terror, siguen esperando la justicia del Estado. ¡No hay derecho…!

Por ello, General Herrera, me resulta indignante todo esto. Que Plotter se haya arrepentido, lo dudo mucho.  En una conversación intervenida por el ejército en abril de 2003, once meses después de la masacre de Bojayá, el bandido Plotter habla con alias “Danilo”, comandante del Frente 9 de las FARC, donde comenta su preocupación por el acoso del ejército que ha causado la muerte de más de 80 guerrilleros y la deserción de otros tantos. Plotter le dice a “Danilo” que “‘quiero abrirme del paraguas, mientras baja la brisa”. Y se “abre del paraguas”. Se entrega al ejército un mes después, en mayo de 2003. Un año después de la masacre de Bojayá.

No sabemos bien cuándo “bajará la brisa” para que este infame pueda regresar a lo que hizo durante más de 10 años en la guerrilla: asesinar, masacrar, secuestrar y sembrar el terror en Colombia.

Yo, personalmente, y que Dios me perdone si me equivoco, dudo mucho que alguien capaz de asesinar niños, secuestrar, violar y quién sabe qué mas cosas, experimente verdadero arrepentimiento. Qué sencillo es dedicarse a masacrar personas durante más de 10 años y luego entregarse al gobierno para que éste lo premie con altos cargos burocráticos, becas y dinero a montón. Mientras los bandidos se dan esos lujos, los militares que los combatieron son llevados a las cárceles y condenados en procesos donde se compran testigos y se aplasta a los uniformados dejando a sus familias a la deriva, despojadas de todo.. hasta de la protección del Estado. Esa es la justicia de este país.

Y conste que no estoy contra el perdón en aras de la paz. Pero perdonar y premiar el crimen son dos cosas bien diferentes. Aquí se premia el delito y se castiga el cumplimiento del deber.

Así que la masacre de Bojayá ocurre en mayo de 2002, Plotter se entrega “mientras baja la brisa”, en mayo de 2003, y ¡sólo ocho meses después ya está estudiando en la Universidad Militar…!

Aquí está la certificación de que Forero Pinilla estudió en la Universidad Militar:

Certificación de que Forero Pinilla cursó carrera en la Universidad Militar

SÉPTIMO: En la misma página 7 de su oficio, usted asegura que yo relaciono directamente a Marilú Ramírez Baquero con el General Herrera Berbel. Eso no es cierto, General.. Le pido que no mienta.

Asegura usted que: “la publicación de su producto intelectual consciente y dañino, resulta vaga, imprecisa, mentirosa, sesgada, incompleta, inexacta e inequitativa, a más de infundada en cuanto al propósito desinformador orquestado en mi contra”.

Sin embargo, lo que yo menciono en mi artículo sobre Marilú es lo siguiente:

Como dato curioso, alias Plotter estudió en esta misma Facultad de la Militar cuando era decano el hoy rector, Mayor General Herrera Berbel. En esta misma Facultad se vio con exagerada frecuencia a Marilú Ramírez, sindicada de haber colaborado en colocar la bomba contra la Universidad Militar; Marilú Ramírez, quien iba a la casa del entonces ministro de Defensa Juan Manuel Santos, dizque a hacer tareas.”

¿Puede decirme usted, señor General Herrera si mencionó aquí que Marilú es su amiga o que usted la recomendó para estudiar allí…? No, ¿verdad..? En cambio, puede usted preguntarle a su amigo, el general Orlando Quiroga, a quien usted nombró Decano de la Facultad de Estrategia y Seguridad, en reemplazo de Giraldo. Pregúntele, por favor, si no fue él quien recomendó a Marilú para entrar a estudiar al CIDENAL. Igualmente, sería interesante saber si es verdad que el General Quiroga tenía a Giraldo dando clases en la ESDEGUE.

¿Por qué, señor General Herrera, me dice usted en entrevista personal que relacionar a Marilú con un oficial es relacionarlo con terrorismo y que eso es delicadísimo…? Si el general Quiroga, nombrado por usted como Decano de la Facultad de Estrategia y Seguridad, estuvo relacionado directamente con Marilú, y a usted le parece “supremamente delicado” eso, ¿cómo es posible que lo nombre Decano..?

OCTAVO: Sobre el Mayor José Luis Cadena Montenegro, si bien es cierto que su vinculación fue anterior a su rectoría, no es menos cierto que él estuvo allí organizándole el doctorado de Geografía, (con usted como Decano de la Facultad e interventor del proceso) y que resultó ser un fiasco. Un fiasco por el que Cadena se ganó más de CIEN MILLONES DE PESOS que se le pagaron por ello. Cien millones que pagamos los contribuyentes. Por eso fue que Cadena salió de la universidad, no por otra cosa.

De igual manera, le ruego General Herrera, que trate de calmar los ánimos del Mayor Cadena, quien me ha amenazado poniendo en peligro mi vida y la de mi familia. De este señor tengo las más peligrosas referencias y quienes lo conocen saben que es capaz de todo.

Personalmente, desconfío de todo lo que huela a Socialismo Bolivariano, que salude con fervor a Hugo Chávez llamándolo “hermano bolivariano”. Tampoco me da tranquilidad ningún oficial del ejército que simpatice con el M-19 o que se haya reunido secretamente con el tirano Chávez, ni le confiaría mi vida a quienes, siendo oficiales del ejército, hayan aceptado una invitación del dictador venezolano en 2004 para viajar a Isla Margarita con el fin de planear un golpe de Estado en Colombia.

Me dice usted en nuestra entrevista personal, que se siente ultrajado y ofendido debido a mi publicación. Pero debe reconocer, señor General Herrera Berbel, que yo jamás lancé improperios personales contra usted, cosa que usted sí se deleita en hacer en repetidas ocasiones a lo largo y ancho de su escrito, llamándome de mil maneras peyorativas e infamantes.

No veo la razón de su indignación, misma que sería muy valiosa si la sintiera cuando los militares de Colombia se ven acusados y perseguidos por esta justicia infame que los coloca tras las rejas sin más pruebas que las pagadas a delincuentes de la calaña que usted persiguió cuando estaba activo. ¿Por qué no canaliza esa indignación en alentar un debate sobre el tema del fuero militar, los mal llamados Falsos Positivos, la Guerra Jurídica contra el ejército o el asesinato vil de nuestros militares por parte de guerrilleros que luego se desmovilizan para ganarse becas y puestos burocráticos..?

¿Dónde está, me pregunto yo, un llamado suyo, de Cadena Montenegro o de Bravo Silva para que los estudiantes se manifiesten públicamente contra los abusos de que son objeto nuestras fuerzas militares…?

¿Por qué tienen que ser estudiantes de otras universidades quienes protestan públicamente a favor del ejército..?

¿Por qué no lo hemos visto a usted defendiendo a nuestros militares en desgracia con ese mismo fervor que defiende la idoneidad de Giraldo o el derecho de Plotter para estudiar allí..?

Sin embargo, General Herrera, lo invito a que no tome este debate de manera personal, y que entienda que la Universidad Militar Nueva Granada, como entidad pública y relacionada con el estamento militar, que aprecio, respeto y defiendo con entusiasmo, merece un especial cuidado por la importancia estratégica que tiene este claustro para los enemigos del país.

Que guerrilleros encubiertos, desmovilizados, indultados o miembros de la milicias urbanas estudien o enseñen en universidades como la Nacional, Distrital, Pedagógica y otras, no es nada raro para mí. Pero que bajo la excusa de la “libertad de Cátedra” que esgrimen algunos miembros de esa comunidad universitaria, se permita el ingreso de estas personas a una universidad estrechamente ligada con la Seguridad Nacional, me parece sumamente inconveniente.

No pretendo cuestionar su amistad con personas como Carlos Franco, el comandante del EPL con quien trabajó en Derechos Humanos y que le hizo tantísimo daño al ejército una vez se desmovilizó y comenzó a facilitar y orquestar la persecución jurídica contra oficiales probos a quienes acusó falsamente de ser autores de “falsos positivos”. No cuestiono esa amistad, lo repito, como tampoco cuestiono la amistad personal del presidente Santos con el tirano de Venezuela. Pero como ciudadano colombiano tengo el derecho de manifestar mi inconformidad con el hecho de que un presidente de la República o cualquier otro funcionario público tenga cercanía con los terroristas y sus financiadores.

Usted dice que no es pecado “caer y levantarse” refiriéndose al supuesto derecho de los guerrilleros indultados para entrar a esa universidad en calidad de profesores o estudiantes, y para ocupar curules en el Congreso. Yo estoy en respetuoso desacuerdo con usted, General Herrera. Los terroristas deberían, en mi humilde concepto, pagar sus delitos con cárcel y, en caso de que sea necesario indultarlos, jamás deberían ser premiados como se les está premiando. El indulto no borra los horrendos crímenes de estos bandidos, y me parece atroz que, como galardón a su maldad, se les nombre como autoridades o profesores sobre el pueblo del cual fueron victimarios.

Usted habla de que la Militar tiene actualmente un compromiso “postconflicto”; pero ahí está –creo yo- el error. El conflicto no se ha terminado y permitir el ingreso de guerrilleros supuestamente arrepentidos a estamentos donde se maneja la seguridad y la Defensa de la nación, es sumamente peligroso. Karinas, Plotters, jojoyes, tirofijos y demás guerrilleros célebres por su sevicia y odio al ejército, no deben tener acceso a información que pueda poner en riesgo a esa institución y, por ende, a  nuestro país.

Así, señor General Herrera Berbel, espero haber dado respuesta a su oficio, y espero haber cumplido sus expectativas respecto a las inexactitudes cometidas. Igualmente, le ofrezco mis disculpas por los inconvenientes causados y le reitero que el asunto no es personal ya que nada tengo contra usted en el terreno de las individualidades.

Me dedica usted con calma pero con firmeza sus palabras en su columna de El Colombiano:

En Colombia, no puede hacer carrera una inquisición moralista con base en la injuria y la calumnia. La verdad florecerá sobre la maledicencia y la ignominia de unos pocos. Mientras esta casa periodística me permita este espacio, expresaré mis opiniones con equilibrio, prudencia, responsabilidad y firmeza. Además, pueden estar seguros de que no me dejaré amedrentar por una ultraderecha anacrónica y decadente…

Y permítame decirle con igual respeto, firmeza y consideración que no soy inquisidor moralista ni le he injuriado o calumniado; tampoco deseo amedrentarlo y dudo mucho que un general tropero como usted se deje amedrentar por un humilde ciudadano como yo que jamás ha disparado un arma, lanzado un cilindro bomba ni degollado niños. Además, al contrario de lo que asegura el comunismo, yo no pertenezco a ninguna “ultraderecha anacrónica y decadente”.

Simplemente soy un patriota convencido y preocupado por este país que me vio nacer y que será en el cual tengan que vivir mis hijos, nietos y demás descendientes. Si de algo no me acusarán mis hijos, será de haber permanecido indolente frente a los esfuerzos de los terroristas para esclavizar a Colombia. Que me señalen de anacrónico, pero jamás de traidor a la patria ni a mis ideas.

Con toda mi sinceridad, quedo a su disposición.

Ricardo Puentes Melo

Diciembre 07 de 2010

Aquí, el documento que el general Herrera Berbel me envía, mencionado en esta respuesta:

RectificacionNoticia2010

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