SANTOS MIENTE. EL PAPA FRANCISCO NO APOYA DIÁLOGOS CON FARC

Santos, por supuesto, no menciona en su comunicado estas apreciaciones que le hizo el Papa y que son indispensables para entender el sentido del apoyo que la Iglesia le presta al proceso de diálogos con las Farc. Lo segundo reza textualmente así:”El santo padre le pidió además al mandatario colombiano, que no se olvide de dar asistencia a las víctimas del conflicto.”

Santos miente. El Papa Francisco no apoya diálogos con FARC

El falso que el Papa Francisco haya apoyado los diálogos con las FARC en La Habana
El falso que el Papa Francisco haya apoyado los diálogos con las FARC en La Habana

 

El Dr. Jesús Vallejo Mejía, ex magistrado de la Corte Suprema, reconocido por su pulcritud moral, su conocimiento del Derecho y su rechazo férreo hacia las corruptelas en todos los ámbitos –raras virtudes en el manejo que hoy se hace a la justicia- envió un par de cartas al presidente Álvaro Uribe Vélez alertando sobre la manipulación mediática que Juan Manuel Santos ha hecho sobre la canonización de la madre Laura, y sobre el supuesto apoyo incondicional que el Papa Francisco le dio a los diálogos de La Habana.

Una burda mentira fácilmente descubierta. Aquí van las misivas del Dr. Vallejo Mejía:

Jesús Vallejo Mejía
Jesús Vallejo Mejía

Apreciado Presidente:

Considero oportuno llamar su atención sobre dos hechos de extrema gravedad que acaba de protagonizar Santos .

El primero se refiere al comunicado que la Presidencia de la República dio a conocer sobre la reunión que sostuvo con el Santo Padre.

Hasta donde van mis conocimientos, lo que se estila en relación con estos encuentros de jefes de Estado, son los comunicados conjuntos, en los que queda nítidamente expuesta la versión de cada una de las partes.

Pero Santos se anticipó a dar su propia versión de las palabras del Sumo Pontífice, las cuales, al parecer, extrajo de un contexto más amplio en el que su ilustrísimo interlocutor mencionaba como prioritario en el tema de los diálogos de paz lo concerniente al bien común.

Pienso que no hay antecedentes en la historia diplomática de un abuso de semejante magnitud, que muy seguramente dará lugar a que la diplomacia vaticana exprese de algún modo su malestar.

Lo segundo tiene que ver con la manipulación sacrílega que el gobierno de Santos está haciendo de la canonización de la Santa Madre Laura, aprovechándose del arraigado sentimiento católico de los colombianos y, en especial, de los antioqueños, para hacerle propaganda a un proceso de diálogo que, si bien cuenta en principio con un apoyo mayoritario, como es natural, suscita al mismo tiempo numerosos cuestionamientos que Santos, en lugar de esmerarse en dilucidar, trata de acallar mediante simplificaciones, satanizaciones, mentiras y hasta insultos.

En vez de explicarles a nuestros compatriotas los temas difíciles de esos diálogos con una de las organizaciones criminales más peligrosas del mundo, Santos acude al expediente de permear la opinión, no mediante razonamientos, sino con los recursos emocionales y diríase que subliminales que suministran las técnicas modernas de manipulación de masas.

Independientemente de si Santos ha virado hacia el castro-madurismo, como parece mostrarlo su acititud claudicante respecto de la dictadura venezolana, los daños que le está haciendo a la democracia colombiana son de una gravedad que me a atrevo a calificar como letal, pues ha corrompido a los altos poderes,a los partidos políticos, a los congresistas, a las autoridades regionales y locales, a los medios, a los gremios, a los empresarios e, incluso, pretende hacer lo propio con la Iglesia.

Le reitero mis sentimientos de consideración y aprecio, sobre todo en estos momentos en que la patria colombiana necesita de su consejo y su dirección.

Cordialmente.

Jesús Vallejo Mejía.

Apreciado Presidente:

Después de enviarle mi carta de ayer, un amigo me hizo llegar la información que publicó la oficina de  prensa del Vaticano acerca del encuentro de Santos con el Papa Francisco.

La puede leer a través del siguiente enlace. http://www.zenit.org/es/articles/los-quince-minutos-de-santos-con-el-papa-francisco

Si compara este texto con el del comunicado de la Presidencia que ayer publicó la prensa colombiana, podrá apreciar que este último soslaya dos temas fundamentales que el Santo Padre trató con Santos.

El primero se refiere a que Su Santidad le manifestó “el deseo de que las partes implicadas prosigan las negociaciones” las cuales precisó, deben ser “animadas por una sincera búsqueda del bien común y de la reconciliación”.

No hubo, pues, apoyo incondicional del Papa a los diálogos de La Habana, dado que los mismos, a su juicio, deben enmarcarse dentro de sincera búsqueda del bien común y sincero ánimo de reconciliación.

La referencia al bien común tiene un sentido muy profundo. Los diálogos no pueden adelantarse con el propósito de fortalecer la implantación de una ideología totalitaria, sino para resolver los problemas de la sociedad colombiana buscando acuerdos que respeten la justicia y el bienestar del pueblo. Pero es bien sabido que lo que pretenden las Farc es fortalecer su posición política, a expensas de los derechos y las necesidades de los colombianos.

El Santo Padre insiste en una sincera búsqueda de la reconciliación, que también está ausente en el discurso de las Farc, tal como lo acreditan las declaraciones cínicas y amenazantes que prodigan sus delegados en La Habana.

Como lo puso de presente uno de los obispos que trataron el tema en el sermón de las siete palabras el pasado Viernes Santo, es necesario que las Farc den muestras de su ánimo de reconciliarse con el país. Pero lo que sus delegados afirman no va en la línea de promover su coexistencia pacífica con los demás sectores sociales y políticos, sino en la de intensificar la confrontación con ellos.

Santos, por supuesto, no menciona en su comunicado estas apreciaciones que le hizo el Papa y que son indispensables para entender el sentido del apoyo que la Iglesia le presta al proceso de diálogos con las Farc.

Lo segundo reza textualmente así:”El santo padre le pidió además al mandatario colombiano, que no se olvide de dar asistencia a las víctimas del conflicto.”

Es claro que el Papa aboga por las víctimas del conflicto. Y también resulta claro que ellas son las grandes ausentes, hasta ahora, en el escenario de los diálogos,  pues las Farc las ignoran y desprecia tajantemente y Santos nada hace para que sus justos reclamos lleguen hasta  la habana, en donde no quisieron recibir a sus voceros.

Me parece insólito que al término de una reunión de tanta importancia, la versión dada a conocer por la Presidencia de Colombia discrepe en términos sustanciales con la que publicó la Santa Sede.

Acá no solo está en juego un asunto diplomático que debía de haberse manejado de común acuerdo por las partes, sino la seriedad del gobierno colombiano, y muy especialmente la de su servicio exterior.

¿Por qué no esperó Santos a ponerse de acuerdo con la diplomacia vaticana sobre los términos del apoyo del Santo Padre a sus gestiones con las Farc, en lugar de exponerse al ridículo que entraña que haya discordancias de hondo calado entre lo que él, en medio de su euforia, anunció a los cuatro vientos, y lo que, después de llo, publicó la Santa Sede?

No me cabe duda de que ahí se puso de presente una discreta rectificación al comunicado de la Presidencia de Colombia.

Tampoco me cabe duda de que Santos, con la avilantez que lo caracteriza, trató de capitalizar en su favor lo obvio del apoyo que, como cualquier dirigente sensato, le dio el Papa al proceso de La Habana, sesgando los condicionamientos sustanciales de dicho apoyo.

Lo de la exaltación de la valentía de Santos no figura como haciendo parte del diálogo con Su Santidad. El comunicado del Vaticano lo pone en boca suya, no del papa Francisco.

Le reitero mi saludo más cordial.

Jesús Vallejo Mejía

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