Y AHORA, ¿QUIÉN PODRÁ DEFENDERNOS?

Gran sorpresa y gran desencanto me sobrecogieron, cuando vi en un noticiero hablar al General Mora para decir que, “había que apoyar la paz debido a que ya llevábamos mucho tiempo combatiendo

Y ahora ¿quién podrá defendernos?

Eduardo Gutiérrez Arias

Por Eduardo Gutiérrez Arias. Analista político

Octubre 14 de 2012

Afectado por la aprensión que produce en cualquier ciudadano del común, medianamente informado, el hecho de que el gobierno haya maquinado unos diálogos de paz con las aún muy peligrosas narco guerrillas he aceptado lo inevitable y trato de que, en la medida de lo posible,   tan disparatado proceso, no resulte en demasiado daño para la suerte del país. En ese sentido van estas palabras:

Cuando se vincularon, gracias a la solicitud del Presidente de Acore a unos prestigiosos generales a esos diálogos, me pareció bien porque veía en ello una posibilidad de que, ante el raudal de ventajas que este gobierno amigo de los comunistas les concediera a las narco guerrillas, ellos pudieran servir de filtro y freno a tales absurdas y posibles concesiones, para bien de la atribulada sociedad que tanto ha sufrido con sus atropellos.

También me pareció, como sabiamente lo advirtió el Presidente Uribe, que, para mantener el entusiasmo de los soldados en la lucha, que todavía debería realizarse contra las cuadrillas, no era bueno que vieran a algunos de sus más notables representantes transigiendo en tan arriesgado asunto.

Bueno, pero como de los males impuestos debe preferirse el menos peor, pues, decidí aplaudir la presencia de los Generales Mora y Naranjo -excelentes en la represión a los maleantes- por lo que ya dije, pero, gran sorpresa y gran desencanto me sobrecogieron,  cuando vi en un noticiero hablar al General Mora para decir que, “había que apoyar la paz debido a que ya llevábamos mucho tiempo combatiendo”.

Aquí vino la decepción al advertir que el buen General no iba a defender en el oscuro foro la seguridad de los colombianos sino que estaba en el impropio plan de dar concesiones , porque,  ese es el único camino para que las Far y el Eln terminen su lucha: darles. ¿Darles qué? Pues , perdón a sus crímenes, tierras  y posición política, todo lo cual es inadmisible, injusto y sobre todo, innecesario.

General Mora Rangel y el entonces presidente Andrés Pastrana, en épocas del Caguán

En el asunto hay dos importantes cuestiones: La de la necesidad de luchar hasta lograr la victoria, (lo cual solo lo puede comprender un militar de carrera o algún inteligente lector de historia militar ) y

 ¿Para qué  hacer la paz con unos bellacos, muy perversos, a los que se está cerca de poderlos derrotar?.

Me ocuparé solo del primer tema por ser el que, de manera esencial, tiene relación con la naturaleza del señor General Mora y no me refiero a lo que haya dicho el General Naranjo porque sus frases , más o menos, han sido las  relativas a lo que un civilizado policía pudiera decir.

Me asisten  en apoyo de mi tesis dos grandes  autores de la historia universal: uno griego, PLUTARCO,  ( 50- 125 d.c) y el otro alemán, THEODOR MOMMSEN (1817-1902). El primero, con su muy conocida obra Las Vidas Paralelas y el otro con la no menos famosa de la  Historia De Roma .

No voy a hacer un erudito ensayo , con citas textuales de los autores ,porque no es ese el alcance de este artículo, sólo me voy a permitir, como los he leído frecuentemente, tratar de interpretar su mensaje en relación con el concepto expuesto.

Ambos coinciden en que, para defender un derecho se debe luchar hasta vencer , porque, quien atenta contra la justicia, no es objeto de conciliación. Los romanos, los segundos grandes liberales de la historia defendieron su república de enemigos muy peligrosos, de hecho tan formidables, que bastantes veces los derrotaron a ellos, así, contras samnitas y sabelios lucharon por un lapso de 200 años, hasta vencer; contra los galos por 300 años y contra los cartagineses, por 150 años, con el mismo resultado, para nombrar solo a los más esforzados de sus enemigos ante quienes, nuestras guerrillas, de abyectos delincuentes, solo darían desprecio y risa.

Los griegos, los primeros grandes liberales de la historia,  lucharon contra los persas que los trataban de esclavizar , por unos 200 años hasta que, Alejandro, los derrotó de manera definitiva en Arbelas. Entonces, ¿Qué son 40 años de luchas, no muy intensas contra las mal llamadas guerrillas,   si ya se estaba cerca de propinar con la victoria el merecido  CASTIGO a los innombrables malandrines?

Señores Generales Mora y Naranjo, ya que están allí, se lo rogamos millones de colombianos,  defiendan en ese peregrino foro la seguridad de sus compatriotas, que ésta no se vaya a ver amenazada por concesiones cobardes que después debamos lamentar.

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